Este lunes, la ministra de Seguridad de la Nación habló en Infobae sobre la Seguridad en Rosario, las leyes y la política que ponen en juego a una de las ciudades más golpeadas por la violencia en el país en los últimos años, y la cual parece haber dado un giro en su lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, el camino hacia una solución definitiva sigue siendo incierto y lleno de desafíos en el sistema judicial.
“En los últimos cuatro años, la ciudad experimentó un aumento alarmante de homicidios, alcanzando cifras históricas en 2019, cuando los asesinatos se dispararon a niveles nunca antes vistos. A pesar de las numerosas políticas implementadas, la violencia continuó en ascenso”, describió la funcionaria nacional. Y sumó: “La situación cambió cuando las fuerzas de seguridad y el gobierno nacional decidieron tomar un enfoque más agresivo y sistemático contra las organizaciones criminales”.
El punto de inflexión llegó cuando las autoridades comenzaron a encuadrar y reforzar sus estrategias. “Volvimos a encuadrarlo”, declaró la ministra, haciendo referencia al resurgimiento de un plan de seguridad más firme. Esta intervención, que incluyó el aislamiento de los presos de alto riesgo y la implementación de nuevas estrategias de seguridad, logró frenar la violencia en áreas clave de Rosario. Según las autoridades, las organizaciones criminales en la ciudad están ahora “a la defensiva”, aunque reconocen que el problema no está completamente resuelto.
Sin embargo, Bullrich no tardó en recordad el caso del ex ministro de Seguridad de Santa Fe Marcelo Saín y el impacto de las políticas “garantistas” en referencia a una gestión anterior en Santa Fe, bajo la administración de Saín, en la cual “se espió gente”. Esto, a su vez, llevó a un aumento de los homicidios en Rosario.
El mensaje de Bullrich es que, a pesar de las críticas a las políticas más duras, los resultados muestran que la estrategia de ir “duro contra las bandas” ha demostrado ser efectiva, como se evidenció con la caída en los homicidios en Rosario cuando se adoptó este enfoque.
“En cuanto a las soluciones federales, la nueva legislación permite al gobierno nacional intervenir directamente en cualquier parte del país sin necesidad de acuerdos con gobiernos provinciales. Esto ha permitido avanzar en zonas conflictivas, como Rosario, donde las políticas de seguridad se aplican de forma más centralizada”, detalló la ministra.
Con el lanzamiento del plan “9010”, una iniciativa que busca identificar las zonas más afectadas por el crimen organizado y concentrar esfuerzos y recursos en ellas. “Este plan se basa en la idea de que el 90% de los homicidios se cometen en el 10% del territorio, y por lo tanto, es fundamental priorizar esos sectores. Sin embargo, este plan se enfrenta a la resistencia política, ya que algunos legisladores han votado en contra de las medidas propuestas, especialmente aquellas que implican cambios en el sistema judicial y en el control del crimen.
Finalmente, Bullrich reveló: “La situación de Rosario sigue siendo delicada, pero hay señales de que la ciudad está avanzando en la lucha contra el crimen organizado” Y consideró: “A pesar de los avances, la verdadera prueba de fuego será ver si el sistema judicial y los actores políticos locales se alinean con los esfuerzos federales para sostener la mejora y, lo más importante, garantizar que los avances obtenidos no sean efímeros”.
