Los acusados son Alexis Z., Sebastián T., Lautaro T. y Ludmila I., quienes, según la Fiscalía, formaron parte del engranaje operativo de una organización piramidal con fuerte control territorial y vínculos familiares en los puestos de mando.
El juez Rodrigo Santana dio por formalizada la imputación y dictó prisión preventiva hasta febrero de 2026 para Sebastián T. y Alexis Z. En el caso de Ludmila I., dispuso prisión domiciliaria por el mismo plazo.
La investigación está encabezada por el fiscal Federico Rebola, quien ya había imputado a otros trece miembros de la misma organización en agosto pasado.
Una banda dirigida desde Piñero
La estructura, de acuerdo a la acusación, era comandada desde el pabellón 25 de la Unidad Penitenciaria de Piñero por Walter G., quien coordinaba las operaciones mediante comunicaciones no autorizadas, visitas y apoyo de internos.
La Fiscalía vincula al líder con distintos hechos violentos, entre ellos el ataque al colectivo del Servicio Penitenciario, ocurrido el 2 de marzo de 2024, presuntamente ejecutado para presionar por mejoras en las condiciones de detención.
Debajo de él operaban Marta G., Joana R. y Ricardo D., encargados de la venta de droga, la logística y la administración de recursos. El brazo ejecutor estaba compuesto por un grupo de operadores señalados como autores de balaceras, sicariatos, distribución de estupefacientes y ocultamiento de vehículos.
Qué les imputaron a los detenidos
Sebastián T. fue acusado de integrar una asociación ilícita, tener un arma de fuego sin autorización y poseer estupefacientes para la venta. Cayó detenido el 6 de noviembre en Neuquén al 300 (Capitán Bermúdez), donde se secuestró una pistola Bersa calibre .22, municiones de varios calibres, marihuana fraccionada y dos plantas de cannabis, además de una planilla con anotaciones de ventas. Para la Fiscalía, era uno de los operadores de amenazas, balaceras y control territorial.
Alexis Z. también quedó imputado por integrar la asociación ilícita. Fue detenido el mismo día, también en Capitán Bermúdez. En el allanamiento se incautó un Fiat Cronos. Se lo ubica dentro del brazo armado y en tareas de logística.
Lautaro T. fue imputado por tenencia ilegítima de arma de fuego.
Ludmila I. quedó acusada por una extorsión cometida en octubre de 2025. Según la Fiscalía, participó de una maniobra contra una familia de Capitán Bermúdez, que terminó entregando dinero, una motocicleta y dos transferencias bancarias para evitar represalias.
Una causa que conecta homicidios, balaceras y extorsiones
La investigación sitúa el origen de la organización en el homicidio de Mario Altamirano, ocurrido el 13 de julio de 2023 en Carcarañá.
El final del circuito criminal se ubica el 20 de agosto de 2025, cuando un operativo en Capitán Bermúdez permitió detener a Marta G. y desarmar uno de los puntos de venta de droga.
Entre los hechos atribuidos a distintos miembros aparecen:
-El homicidio de Renzo Nevoso (enero 2025).
-Balaceras contra viviendas, comercios y un local gastronómico.
-Tentativas de homicidio en Rosario y Carcarañá.
-Ataques al Servicio Penitenciario.
-Usurpaciones y amenazas.
-Golpizas filmadas para amedrentar.
-Manejo de “kioscos” de droga en todo el Cordón Industrial.
Imputados previamente
El 21 de agosto de 2025 ya habían sido acusados otros trece integrantes:
Facundo B., Walter C., Ricardo D., Héctor G., Brian G., Marta G., Walter G., Diego K., Diego R., Osvaldo R., Evelyn R., Joana R. y Miguel R.
La causa continúa abierta, con prófugos, nuevas líneas investigativas y medidas en curso.







