Innovación

La reconstrucción de la avicultura: eliminar intermediarios y caso éxito santafesino que cambió la industria

La reconstrucción de la avicultura: eliminar intermediarios y caso éxito santafesino que cambió la industria

Javier Prida, Nicolás Carugatti y Jorge Metz
En una entrevista en Up River, Javier Prida, presidente de CAPIA, explicó cómo el sector avícola apuesta por la eficiencia eliminando intermediarios y promoviendo la venta directa. Destacó el impacto de las políticas económicas y la necesidad de una transformación estructural para garantizar competitividad
En una entrevista en Up River, Javier Prida, presidente de CAPIA, explicó cómo el sector avícola apuesta por la eficiencia eliminando intermediarios y promoviendo la venta directa. Destacó el impacto de las políticas económicas y la necesidad de una transformación estructural para garantizar competitividad

El sector avícola argentino atraviesa un proceso de transformación profunda. La eliminación de intermediarios en la comercialización del huevo es una de las claves que han permitido fortalecer la rentabilidad del productor y mejorar la accesibilidad del consumidor a un producto más fresco y económico. En el episodio #24 del programa Up River, conducido por Nicolás Carugatti y Jorge Metz, Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), explicó cómo esta estrategia ha sido fundamental para el crecimiento del sector.

Reducción de intermediarios: clave para la competitividad

Prida destacó que durante años la producción de huevos en Argentina estuvo dominada por una cadena de intermediarios que encarecía el producto sin aportar valor. Tradicionalmente, el huevo pasaba por múltiples manos antes de llegar al consumidor final: productores, acopiadores, mayoristas, minoristas y almacenes. Esto generaba costos innecesarios y retrasaba la llegada del producto fresco a los hogares.

“Antes, un huevo que ponía la gallina tardaba entre 15 y 20 días en llegar a la mesa del consumidor. Hoy, gracias a la venta directa, el 42-43% de la producción nacional se vende sin intermediarios y el producto llega en uno o dos días”, explicó Prida. Esta evolución no solo beneficia a los consumidores, que reciben un alimento de mejor calidad, sino también a los productores, que logran precios más competitivos y sostenibles.

La apuesta por la modernización y la automatización

Otro punto clave en la reconstrucción del sector ha sido la inversión en automatización. Según Prida, hace 20 años solo el 30% de la industria avícola estaba automatizada, mientras que hoy la cifra asciende al 82%. Gracias a esta modernización, los productores pueden gestionar la alimentación de las aves, la recolección y clasificación de huevos desde un celular.

“El productor avícola argentino es obsesivo con la reinversión. Cada peso que genera lo reinvierte en maquinaria, automatización y eficiencia. Esto nos permite ser más competitivos y menos dependientes de los mercados internacionales”, afirmó.

El caso de éxito de Carnave en Santa Fe

Uno de los ejemplos más exitosos en la eliminación de intermediarios y modernización de la avicultura en Argentina es el caso de Carnave, una empresa de Santa Fe que ha revolucionado la comercialización del huevo. Con una estrategia de venta directa, Carnave logró consolidar una red de más de 70 locales propios y franquicias en distintas provincias como Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Santiago del Estero.

El modelo de Carnave permite que el huevo llegue al consumidor en menos de 48 horas desde su producción, garantizando frescura y calidad. Además, su integración vertical le ha permitido reducir costos logísticos y ofrecer precios más competitivos que los del mercado tradicional. La firma santafesina también ha apostado a la diversificación, incluyendo productos como pollo y otros derivados avícolas en su red de distribución.

“Carnave demostró que el modelo de venta directa es el futuro de la avicultura en Argentina. Su crecimiento sostenido y la expansión de su red comercial confirman que eliminar intermediarios no solo mejora la rentabilidad del productor, sino que también beneficia a los consumidores”, destacó Prida.

El impacto de las políticas económicas en la producción

Más allá de los avances en la eficiencia del sector, Prida también abordó los desafíos que enfrentan los productores debido a la carga impositiva y las políticas económicas. Explicó que la producción de huevos se ve afectada por la variabilidad del precio del maíz y la soja, insumos esenciales para la alimentación de las aves.

“El costo del maíz y la soja es fundamental para nuestra rentabilidad. Hoy estamos en una situación de sobreoferta mundial, pero la carga impositiva en Argentina sigue siendo alta. Necesitamos políticas que acompañen al productor y le den estabilidad”, expresó.

Además, destacó que la falta de infraestructura y financiamiento para las economías regionales representa una traba para el crecimiento del sector. “Hoy, muchas empresas familiares que podrían exportar están limitadas porque no tienen acceso a prefinanciación. Necesitamos una banca que apoye al sector productivo y facilite su desarrollo”, agregó.

Un cambio de paradigma para el agro argentino

La transformación de la industria avícola es un ejemplo de cómo la producción agroindustrial argentina puede mejorar su competitividad sin depender exclusivamente del mercado externo. El modelo de venta directa y automatización que adoptó el sector avícola podría replicarse en otras áreas del agro, promoviendo un mayor control sobre la cadena de valor y beneficiando tanto a productores como a consumidores.

En este sentido, Prida enfatizó la importancia de generar foros de debate que incluyan a productores, industriales y comercializadores para definir estrategias de crecimiento conjunto. “Necesitamos que el productor se involucre en la discusión gremial y política. Dejar espacios vacíos nos ha perjudicado históricamente, porque quienes terminan tomando decisiones no siempre comprenden la realidad del sector”, sostuvo.

El futuro de la producción avícola

Para Prida, el desafío del futuro es lograr una mayor integración entre el agro y la industria. “Argentina tiene una capacidad enorme para transformar maíz y soja en proteína animal: carne, huevo y leche. Pero para que eso suceda, necesitamos estabilidad económica y reglas claras que permitan a los productores invertir a largo plazo”, concluyó.

El modelo de venta directa y la eliminación de intermediarios han demostrado ser herramientas clave para la modernización de la avicultura en Argentina. Con una industria cada vez más automatizada y eficiente, el desafío ahora es consolidar un esquema que garantice previsibilidad y rentabilidad a largo plazo para los productores nacionales.