La crisis de Celulosa Argentina sumó un nuevo capítulo judicial. La empresa productora de papel enfrenta un pedido de quiebra presentado por el abogado Damián Moriconi, del estudio Romera, Ongay, Romano, Castellani y Figueroa Casas, en representación de Tecmaco Integral SA, por una deuda de $53 millones.
La presentación fue radicada en el Juzgado Civil y Comercial N°1 de San Lorenzo. Consultado por SL24, Moriconi aseguró que “se agotaron las vías extrajudiciales”, motivo por el cual se decidió avanzar con la solicitud de quiebra directa.
Celulosa Argentina atraviesa un proceso de reperfilamiento de su deuda y ya había informado a la Comisión Nacional de Valores que no podrá cumplir con compromisos bursátiles en los próximos vencimientos. La situación genera extrema preocupación en la región, no solo por la magnitud de la empresa en la economía local, sino también por el impacto en sus trabajadores y proveedores.
La crisis de Celulosa se suma a la de Vicentin, que esta semana ingresó en una nueva etapa de su concurso de acreedores tras más de cinco años sin resolución. Ambos casos reflejan las dificultades financieras que enfrentan grandes compañías industriales de la región, con alto nivel de endeudamiento y un contexto económico desafiante.
Desde el gremio y sectores industriales siguen de cerca el futuro de Celulosa, una empresa con más de siete décadas de historia en Capitán Bermúdez y considerada un actor clave en la cadena papelera argentina.
