Las declaraciones fueron realizadas en diálogo con el periodista Hernán Funes, en Cadena 3 Rosario, en la antesala de la reunión clave con el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) de San Lorenzo y la Federación de Aceiteros de la República Argentina.
“Es altamente probable que haya paro. El reclamo sindical es de un 26% adicional porque sostienen que la inflación real es del 50% y que el INDEC no refleja esa realidad. Dicen que van a crear su propio indicador inflacionario”, señaló Idígoras.
El titular de CIARA explicó que el conflicto se da en un contexto de desacuerdos no solo económicos, sino también de tensiones políticas internas dentro del gremio aceitero:
“También hay que entender que hay un debate interno en el gremio de San Lorenzo, que va a elecciones en los próximos meses con dos listas. Además, hay aspiraciones políticas dentro de la Federación, que incluso ha planteado públicamente su intención de cambiar la conducción de la CGT. Todo eso reenvía discusiones políticas ajenas a la industria.”
Una paritaria en el límite y la advertencia de la industria
Según Idígoras, las negociaciones llegan a una instancia definitoria.
“Si hoy al mediodía no llegamos a un acuerdo, lamentablemente nos van a decretar un paro nacional por tiempo indeterminado, con la paralización de todos los puertos agroindustriales”, advirtió.
El presidente de CIARA recordó que la cámara ofreció cubrir la inflación medida por el INDEC, tal como se había comprometido, y mantener la paritaria abierta hasta diciembre:
“La industria ofreció y seguirá ofreciendo siempre cubrir la inflación oficial. Ya otorgamos un aumento del 20% y se otorgará un porcentaje adicional hasta diciembre inclusive. Aspiramos a que haya una verdadera negociación, donde podamos cerrar un acuerdo y volver a discutir en 2026, como siempre hemos hecho.”
“No hay pérdida de poder adquisitivo”
Idígoras también respondió a los argumentos sindicales que sostienen que los salarios aceiteros quedaron rezagados frente a la inflación:
“No tiene ningún sentido hablar de recomposición salarial en este momento, porque no hay pérdida de poder adquisitivo. Es una actividad que está pasando por un momento de mucha demanda y alta ocupación.”
Según el dirigente empresario, el salario promedio básico supera los 3 millones de pesos mensuales, y el sector está atravesando un período de elevada actividad derivado del régimen especial que suspendió temporalmente los derechos de exportación.
“Estamos ejecutando el programa del Gobierno Nacional que suspendió las retenciones. De los 7.000 millones de dólares previstos ya ingresaron 6.300, el 90%. Ese proceso implica más trabajo y mayores ingresos también para los operarios aceiteros.”
Escenario económico favorable
El presidente de CIARA destacó que el contexto internacional también empieza a jugar a favor del sector:
“Estamos frente a un mercado internacional que muestra signos de reactivación. Hay un acuerdo entre China y Estados Unidos que reabre el comercio de soja y eso mejora el precio del poroto y de la harina, que son los principales productos de exportación argentina.”
Idígoras explicó que, si se consolida ese escenario, Argentina podría vender menos poroto sin procesar y más productos industriales, lo que genera mayor valor agregado y empleo local.
“Es una buena ecuación económica y laboral para la industria. Por eso llamamos a la reflexión, para que sigamos trabajando y ajustando los salarios como corresponde, pero sin mezclar intereses políticos ajenos a la actividad.”
Última audiencia antes del conflicto
El encuentro entre CIARA y los gremios aceiteros se desarrolla este martes bajo el marco de conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Capital Humano. Según Idígoras, la audiencia será decisiva:
“Hoy es la última sesión de trabajo. Mañana a las seis de la mañana vence formalmente la conciliación y, por ahora, no hemos visto voluntad de acuerdo. En las últimas audiencias no hubo avances, duraron pocos minutos.”
El líder de CIARA cerró su mensaje con un llamado a la responsabilidad sindical:
“Esperamos que los dirigentes tengan intenciones reales de acordar y evitar un paro que perjudicará no solo a la industria y los trabajadores directos, sino también a los de otros gremios concurrentes y a sus familias.”







