Opinión

Cierre de Buyatti ¿Y la soberanía alimentaria Presidente?

Por Nicolás Carugatti

En medio de la pandemia de Coronavirus el Presidente de la Nación, Alberto Fernández anunciaba junto a la Senadora por la provincia de Mendoza Anabel Fernández Sagasti la estatilización de la empresa santafesina Vicentín.

Entre los motivos esgrimidos para impulsar la intervención del estado en la empresa agroexportadora, hicieron foco en la “soberania alimentaria” y de la necesidad de preservar las fuentes de trabajo en todas las empresas del grupo. El enfoque del gobierno siempre estuvo puesto – al menos desde el discurso – en la necesidad de no generar un estallido social fruto de la perdida de cientos de puestos de trabajo en diferentes localidad de la provincia de Santa Fe. La estatización del holding santafesino no prosperó, entre otros motivos por la movilización de personas en diferentes puntos del país contra la medida elegida por el gobierno.

Los trabajadores de Vicentín continúan trabajando y cobrando su salario todos los meses, el dinero para pagar estos salarios proviene  del alquiler de las plantas industriales a empresas del sector para que puedan aumentar su producción y embarque. Tanto el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti como el propio Presidente de la Nación estuvieron muy pendientes de lo que sucedía con Vicentín.

La empresa Buyatti una de las pioneras en la producción de aceite de soja en Argentina, cerró las puertas de su planta de Puerto San Martín y 70 familias quedaron sin su fuente de subsistencia. El cierre y la perdida de puestos de trabajo no mereció una sola linea en los discursos del gobernador de la provincia como así tampoco en ninguno de los funcionarios del gobierno nacional.

La tan mentada defensa de la “soberanía alimentaria” impuesta por el propio Presidente de la Nación en medió de la embestida contra la malograda Vicentín, no parece correr para el caso de la empresa Buyatti, como así tampoco la necesidad de proteger las fuentes de trabajo de más de 70 trabajadores con 35 años de antigüedad, que quedan a la deriva y prácticamente sin posibilidades de reinsertarse en el mundo del trabajo. La dirigencia Argentina y en particular el movimiento Kirchnerista tiene una visión caprichosa de los colectivos sociales a defender, por lo visto hasta hoy el colectivo de trabajadores aceiteros de la empresa Buyatti parecen ser menos importantes que los trabajadores de la empresa Vicentín por los que el propio Presidente de la Nación se golpeó el pecho para defenderlos.

El gremio de aceiteros decidió dar pelea por estos afiliados, hasta el momento evitando ser del gobernador y el presidente. El gremio y los trabajadores anunciaron que mañana se movilizaran a la Cámara de Comercio de San Lorenzo ya que en el lugar estaría el gobernador de Santa Fe lanzando el operativo de cosecha gruesa.