La planificación y estructuración de proyectos es fundamental para alcanzar el éxito en la ejecución de una vivienda. Sin el proceso previo de validación de las determinantes, de las fases, de los objetivos, de los riesgos y de la disponibilidad de recursos, es imposible cumplir con las expectativas de una buena obra, y se corre el riesgo de encontrar imprevistos que retrasen el trabajo e impacten negativamente en el presupuesto.
Un anteproyecto permite prever cualquier tipo de impacto que pueda afectar a largo plazo la edificación y manejarlo estratégicamente. Pero ahora bien ¿Cuáles son las claves y etapas fundamentales en este proceso?
1. Investigación: La instancia de investigación previa es uno de los pasos principales. En esta etapa se genera el espacio idóneo para un diálogo abierto con el equipo de expertos, con base en las expectativas planteadas por el cliente frente a las determinantes de su proyecto. El propósito del análisis de requerimientos es estudiar las expectativas, ideas y propuestas, así como también las metas establecidas, a fin de tener objetivos claros al momento de su construcción.
2. Análisis: Esta etapa comprende el análisis ponderado de las condiciones de base, las expectativas del cliente, los recursos y demás variables para generar una aproximación a la realidad del proyecto; de este modo, se evalúan las posibles alternativas constructivas y metodológicas que se aplicarán según sea el caso específico. En este proceso involucramos a nuestros clientes para trabajar, junto a ellos, las ideas, y llegar a planteamientos innovadores para su proyecto.

3. Diseño y documentación: Se inicia la fase de diseño en el momento en que, a partir de la visión general de determinantes y parámetros del proyecto, se formulan alternativas de solución con propuestas, y se realiza el estudio del esquema espacio-funcional, volumétrico y de materiales. Adicionalmente, con el diseño definido se procede a la materialización del proyecto en una serie de documentos que incluye, entre otros, la modelación 3D y la documentación planimétrica, la licencia de construcción, la ingeniería de detalle, la memoria de cálculo, y el cómputo de materiales.
4. Presupuestación y Programación: Cuando el anteproyecto está definido y se cuenta ya con la ingeniería de detalle del proyecto, se procede con la programación y presupuestación precisa de la la obra. En esta fase se verifican los costos del material y de la mano de obra con los distintos proveedores para poder entregar una cotización lo más exacta posible.
5. Construcción: Es el último paso y se lleva a cabo cuando todos los detalles del anteproyecto están definidos y listos para su ejecución. Este proceso de gestión y administración de obra implica control y seguimiento, aseguramiento de calidad, control de costos, supervisión de personal y, sobre todo, la atención permanente al detalle.
Comentarios