Clausuraron a Cream (ex Barracao), un boliche sanlorencino, donde hallaron a varios menores de edad.

La norma prohíbe la convivencia de menores en sitios donde se expende alcohol. El operativo fue realizado entre la policía y el municipio local.


Este fin de semana un boliche bailable quedó clausurado en San Lorenzo (el sábado anterior también un comercio nocturno fue cerrado). En este caso de trató de Cream (ex Barracao) y de acuerdo a la información oficial aportada por la policía dela Unidad Regional XVII, la razón para el cierre de sus puertas obedeció a la existencia de menores de edad, lo que está prohibido de acuerdo a la legislación vigente.

El operativo se integró en otros tantos que durante todo el fin de semana dispuso el comisario general Walter Miranda, titular dela Jefatura sanlorencina, y que incluyó controles de alcoholemia y de tránsito, y verificación de documentación en autos y motos.

La clausura de boliches por la presencia de menores es una acción reiterativa, principalmente en San Lorenzo, que es el centro de mayor convocatoria para este tipo de comercios.

sl24 intentó comunicarse durante el transcurso de toda la jornada con funcionarios dela Municipalidad local, que compartió el procedimiento de clausura, pero fue imposible contactarse con algún funcionario encargado del área. Se excusaron por “estar reunidos con el intendente”, alegaron sus secretarios. Lo mismo hizo para con los propietarios del local comercial, pero sus celulares siempre estuvieron cerrados.

La mezcla de menores y alcohol es prohibitiva. Las normas son claras y aluden a la imposibilidad de concebir la convivencia de unos y otros. Si el boliche expende alcohol, no puede haber menores. Y si hay menores, no puede expenderse alcohol.

Claro que, los “bolicheros” alegan que una fiesta para adolescentes (la franja que va de 14 a17 años) sin venta de alcohol esta destinada al fracaso. “Hay un cambio cultural respecto a otros años y los menores toman, y muchas veces, incluso, hacen la previa e ingieren alcohol antes de venir a la disco”, confió a sl24 un empresario de la noche. Incluso fue más allá y se planteó que si en San Lorenzo “continúan estos operativos, muchos optarán por irse a otras ciudades, como ya ocurre, y ahí la inseguridad para los jóvenes es mayor, pues se alejan de aquí, deben trasladarse por rutas o autopistas y si están alcoholizados, bueno, ojalá nunca ocurra ninguna tragedia”, aventuró.

Aunque su observación tenga sentido, igual no es justificable. Las normas son determinantes y se supone que deben cumplirse. Si por moral y ética la responsabilidad previa corresponde a los padres de los menores que permiten la ingesta de alcohol o su convivencia en las calles hasta altas horas de la madrugada, eso será tema para otro debate.

Este comercio tiene consigo numerosas clausuras por motivos similares. En su defensa, muchas veces los propietarios alegan que los menores hallados en el interior de sus locales “falsifican sus documentos”, que de confirmarse, se supone que la policía ni autoridades municipales tendrían motivos para clausura alguna, ya que la verificación de dicha falsedad sobrepasa todo control.

Comentarios