El buque, que había cargado más de 40 toneladas de girasol, volverá a navegar rumbo a Europa, aunque lo hará sin uno de sus integrantes. Caputero continuará detenido bajo prisión preventiva durante 90 días mientras avanza la investigación.
El caso fue debatido en una audiencia donde participaron los fiscales Claudio Kishimoto, del Ministerio Público Fiscal de San Lorenzo, y Matías Álvarez, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). Declaraciones testimoniales, peritajes sobre los teléfonos celulares secuestrados y el hallazgo de restos de agua salada en los paquetes de cocaína apuntan a una “contaminación” de la carga durante una escala previa en Montevideo, Uruguay.
La hipótesis principal es que la droga fue cargada en aguas uruguayas, con destino final en Ámsterdam, Países Bajos, donde debía llegar junto con el cargamento de girasol. La confesión del cocinero, sumada al itinerario del buque, refuerza la teoría de un intento de contrabando internacional oculto en una operación comercial legal.