Comenzó en Rosario el congreso anual de Aapresid y pidió a la dirigencia política que se conviertan en “próceres”

El encuentro que se hace en Metropolitano expuso su queja por la caída de la rentabilidad del campo y llamó a la dirigencia política a atender el desafío de la producción agraria


El congreso de la Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid), que ayer arrancó en Rosario con su XXIII edición anual, no sólo fue récord de inscriptos sino lugar para resonar un cambio de política nacional respecto a la producción agraria.

«Estamos contentos porque este congreso supera largamente al del año pasado, pero al mismo tiempo esta alegría está opacada ya que nos estamos manifestando en todo el país ante el inadmisible deterioro del campo, lo que en el norte del país llega a su máxima expresión», dijo Beatriz Pilu Giraudo, la presidente de Aapresid, quien se preguntó de manera retórica «quién se responsabiliza» por la caída en la producción de trigo y de maíz y por la crisis de un sector que se encuentra «estancado».

La dirigente alertó en el discurso inaugural sobre la degradación de los suelos productivos pero además deploró la crisis que atraviesa el sector agropecuario nacional. Y en este sentido, se bregó porque la dirigencia política en general acepte los desafíos por venir.

“Innovación tecnológica y organización institucional para exportación, dos ejes que deben ir acompañado de la aplicación del resto de las Buenas Prácticas Agrícolas. La industria verde hace posible dar soluciones a la salud humana, bio plásticos, bioenergías, tolerancias a salinidad, sequías, y otras falencias deben ser superadas con Biotecnología, Nanotecnología, Transgenia y múltiples nuevas ciencias”, expuso Pilu Giraudo.

“El peor derecho de exportación no es el impuesto que se cobra a los productos; la peor retención es limitar un conocimiento que podría ser exportado y generar dividendos millonarios”, acotó.

Desde la entidad se destacó el potencial de la agroindustria argentina, que genera “el 60% de los ingresos del país” y que podría lograr “en 2 años” las metas de producción, generación de empleo y divisas que se plantean para 2020 ó 2025, pero que hoy “se encuentra estancada y/o en franco retroceso”.

“Este Congreso, a horas de las elecciones primarias, quiere poner en evidencia la enorme potencia de la agroindustria argentina, somos una red infinita multiinstitucional que queremos ponernos a disposición del Estado Nacional, Provincial y Local para ser colaboradores básicos y estratégicos para el desarrollo integral del país. Les pedimos fin al  anacronismo de los partidos, necesitamos planteos de políticas públicas integradas para garantizar el desarrollo económico y social inclusivo y la sostenibilidad ambiental en una agenda común”, indicó la dirigente.

No queremos ser cómplices de estar retaceando la producción de alimentos y energías para Argentina y el mundo. No queremos ser cómplices de estar deteriorando nuevamente los suelos. No queremos ser cómplices de desperdiciar agua de lluvia disponible. No queremos ser cómplices de desaciertos, no queremos ser parte de conflictos, trabajamos buscando posibles soluciones para demandas básicas de la humanidad. ¡Queremos ser héroes y que los funcionarios de gobierno tomen decisores políticos correctas para convertirse en próceres”, concluyó.

Sobre el congreso, sus organizadores confirmaron un récord de inscriptos: 4000 en total, entre 500 y 1000 más que el año pasado,   Y en lo que hace a empresas patrocinantes, superaron las 50 que venían teniendo en Metropolitano para llegar a 57.

Entre los funcionarios que acudieron al acto inaugural, el punto más saliente fue una ausencia casi masiva. Apenas si acudieron la intendenta Mónica Fein, el gobernador saliente Antonio Bonfatti y el electo Miguel Lifschitz. De la Nación, nadie.

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