Hoja de ruta

¿Cómo es el plan para quedarse con la Cooperativa de Trabajos Portuarios?

Cuales son los siguientes pasos y el futuro de la entidad que fuera un eje de poder en todo el Cordón Industrial.


En el centro de la foto el diputado Mayoraz abrazado con Cabrera Secretario General del SUPA

La Cooperativa de Trabajos Portuarios de Puerto San Martín es un botín anhelado por políticos, empresarios y sindicalistas que ven en los puertos agroexportadores una de las joya de la abuela para Argentina.

Hace algunas décadas, uno de los empresarios más importantes del país, Eduardo Eurnekian, inició conversaciones con Herme «Vino Caliente» Juárez para poder comprar la entidad, algo que nunca llegó a concretarse porque la Cooperativa de Trabajadores es propiedad es de «sus trabajadores» y tiene como principio rector la distribución de la renta generada por sus asociados.

Cuando Juárez fue detenido y la Cooperativa y el SUPA intervenidos, las maniobras para hacerse de ambas entidades comenzaron a cranearse en muchos despachos y oficinas en simultáneo. Entre las estrategias planteadas estaba la de restituir a Herme Juárez como Presidente Testimonial y que la conducción de los destinos recaía en jugadores de la política nacional, pero esta jugada pudo ser neutralizada por movimientos que realizaron las actuales autoridades junto a abogados y operadores judiciales de la región.

Las actuales autoridades de la entidad sabían con claridad cuál era el precio que debían pagar por la posibilidad de un llamado a elecciones y tener el mando de ambas organizaciones. Desde hace algunas semanas, el plan de «retorno de inversión» o «favores» comenzó a ejecutarse. El primer paso es el empoderamiento del SUPA para que se convierta en un órgano paraestatal que defina quie empresas pueden o no operar en los puertos de Timbúes y Puerto San Martín, situación que generará denuncias penales contra la Comisión Directiva del gremio provocando esto una dependencia para evitar ser enjuiciado y/o intervenidos. Esta dependencia judicial se suma a la acumulación de recursos en pocas empresas privadas que pueden ser el engranaje fundamental para tener el control de la mayoría de los 133 socios de la Cooperativa para la próxima elección de autoridades.

Esta estrategia se sostiene y crece con las deficiencias económicas que tiene la Cooperativa, quitando así capacidad de brindar servicios a sus asociados y a las más de 300 familias que dependen de la organización. La Cooperativa ya se desprendió del Centro de Deportes y para acomodar las cuentas deberá reducir otras dependencias que hacían de la entidad un faro de referencia en todo el país.

El que avisa no traiciona, el plan ya está en marcha.

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