La esperada reunión entre vecinos de Villa La Ribera con el gobierno provincial que tuvo lugar esta mañana para buscar una solución al problema del tránsito pesado no calmó los ánimos. Por el contrario, el fastidio y la decepción se apoderaron de los referentes de la protesta que el último viernes provocó un embotellamiento descomunal en rutas y autopista. Esta noche habrá una asamblea de vecinos para decidir los pasos a seguir.
La jornada empezó mal y no terminó mejor. Desde la provincia “bajó” el ministro de Gestión Pública, el rafaelino Marcos Corach, un incondicional del gobernador Omar Perotti. Pero en lugar de ir a la Comuna de Oliveros, tal como se había pactado el último viernes, se llevó la reunión a Puerto General San Martín. En la sede comunal quedaron “pintados” el jefe comunal Alfredo Chiminello, el senador radical Hugo Rasseto y Juan Nóbile, representantes de los vecinos.
El cambio de escenario cayó muy mal entre los vecinos de La Ribera. “Fue una falta de respeto, no se sabía dónde era la reunión. Me dejó un sabor amargo, un manejo de la mala política”, se quejó Gisela Signorelli, histórica referente de los vecinos, que participó del encuentro realizado en Puerto.
“Fue todo muy manoseado. Invitaron a unos y no a otros… hubo un manoseo político partidario. Tampoco se produjeron definiciones concretas para el problema de los camiones, realmente no sé cómo seguirá todo”, dijo Nóbile con desánimo, a la espera de la asamblea de vecinos desde las 20 en el club La Ribera.

¿Qué solución trajo Corach? Por un lado, una respuesta coyuntural para aliviar a los vecinos de la pesadilla de la invasión de camiones, con el despliegue de retenes sobre la ruta 91 con tres pasos liberados para autos y colectivos.
Para la solución del problema de fondo, desempolvó un proyecto que Vialidad Provincial y los vecinos de la zona conocen de memoria: habilitar el llamado puente de Giardino, ubicado 3 kilómetros al norte del cruce de las rutas 11 y 91 sobre la autopista.
Esta alternativa no terminó de convencer a la vecina Signorelli, quien recordó que “es el mismo proyecto que ya conocemos, que no tiene demasiados avances en factibilidad técnica”. Para Vialidad provincial, en cambio, la posibilidad de acondicionar ese puente para uso del tránsito pesado es posible.
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