La primer alarma de que algo no funcionaba bien en la agroindustria llegó con la viralización de un texto de whatsapp este lunes escrito en ingles, el mensaje afirmaba sin firma la suspensión de una agroexportadora multinacional con operaciones en el país por casos de trafico de drogas. La información fue desmentida a las pocas horas pero lo llamativo era que los embarques en esa empresa y en otras dos se mantenían suspendidos por pedido de los destacamentos de Aduana que estos puertos tienen dentro de sus complejos.
En la tarde de ese mismo lunes otro mensaje que aparecía en los smartphones de personas vinculas con el mercado de granos y la exportación un mensaje que figuraba como “reenviado muchas veces” alertaba sobre la suspensión del CUIT de tres agroexportadoras, dos multinacionales y una de capitales nacionales, otra operación que se cayó durante el transcurso del día. Este tipo de operaciones eran habituales en la época cuando Guillermo Moreno era secretario de Comercio en las presidencias de Nestor y Cristina Kirchner, Moreno era el encargado de las negociaciones por la liquidación de divisas, el precio del maíz y del trigo, negociaciones que se endurecieron al limite luego del conflicto del campo en 2008 por la ley 125.
Con el correr de las horas y con mucha información en estricto off el nudo de las operaciones comenzó a desatarse y empezó a verse con claridad el motivo de las presiones. Las empresas agroexportadoras se encontraban en plena negociación del dólar soja 4, un mecanismo que encontró la administración de Sergio Massa para recaudar divisas con un precio diferenciado de la cotización del dólar. Hoy se público en el boletín oficial el nuevo esquema de liquidación de divisas fijado por el gobierno nacional.
Cámara de Industria de Aceite de la Republica Argentina CIARA y el Centro de Exportadores de Cereales CEC emitieron un comunicado rechazando la medida del gobierno y planteando que este no es un típico programa exportador como los anteriores dejando claro que cada empresa asociada la cámara decidirá individualmente si ingresa o no al esquema y de que manera operará. En esa línea, agregaron que “cada
exportador tomará esa decisión sobre la base de sus necesidades de molienda y/o del programa de exportación de soja y subproductos de la soja de origen argentina”. Precisaron que por esta razón no emitirán “análisis o datos”.
“Aprovechamos para reiterar que como industria creemos que la mejor política es la unificación cambiaria y la eliminación de todo tipo de restricciones para que podamos ser realmente un país agroexportador, que piensa en el beneficio integral y de cada uno de los sectores que conforman una gran cadena. Pensar y ejecutar una política exportadora inclusiva y federal, además de generar mayores ingresos de divisas y más empleo nos permitirá consolidar a la Argentina como líder en el comercio internacional de alimentos, biodiésel y tecnología”, señalaron.
Van a ser 75 días muy tensos
Setenta y cinco son los días que faltan para un posible escenario de balotaje, el gobierno o lo que queda de él busca todos los elementos económicos necesarios para inyectar plata fresca para replicar otro “plan platita” que le de alguna chance electoral al ministro de economía Sergio Massa. Es la agroexportación el único sector que siempre funcionó como un banco central paralelo adelantando divisas de exportaciones futuras, hoy y producto de una sequía histórica y el posible cambio de gobierno las empresas endurecieron sus posiciones generando mucho enojo en el gobierno, van a ser 75 días muy tensos.
