Con la reapertura del canje, el país se ahorraría unos u$s900 millones

Más allá de que los holdouts acepten o no la propuesta, lo importante es que este procedimiento sea aceptado por la Justicia de Estados Unidos.


La Argentina deslizó que podía reabrir el canje de deuda para los bonistas que todavía reclaman por la deuda en default y logró que la Cámara de Apelaciones suspendiera la aplicación del fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa. De concretar la reapertura del canje para los holdouts, el país se estaría ahorrando más de u$s900 millones.

Según Ramiro Castiñeira, economista de la consultora Econométrica, si la Argentina les ofreciera a los bonistas que reclaman en la justicia las mismas condiciones que ofreció en el canje de 2010estaría emitiendo bonos por u$s446 millones, u$s1.004 millones menos que los que exigía el fondo buitre NML o u$s884 millones menos que los u$s1.330 millones más intereses que Griesa había determinado que el país tenía que pagar antes del 15 de diciembre.

Pero además, si el canje luego se extendiera a todos los bonistas con títulos en default, la Argentina debería emitir deuda por u$s4164 millones en reemplazo de los u$s11.177 millones que hoy están en manos de los holdouts, si se considera el capital y los intereses devengados no pagados.

Con esta operación, la deuda en términos del Producto Bruto Interno (PBI) pasaría de 2,3% a apenas 0,9 por ciento.

«Los intereses en 2013 serían sólo u$s274 millones y el primer vencimiento de capital llegaría recién en 2017», detalla Castiñeira.

En los últimos días, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, admitió que para solucionar el problema judicial de la deuda en default se estaba evaluando reabrir el canje de deuda. Para no tener problemas con los inversores que entraron a las reestructuraciones que se hicieron en 2005 y 2010, se descuenta que la Argentina debería plantearles a los holdouts en los próximos meses una oferta similar.

Por el simple hecho de entrar más tarde, no obstante, los holdouts ahora recibirían menos dinero, aun bajo el supuesto de que tengan la misma oferta de 2010.

Según explica Castiñeira, en 2010 el Gobierno había ofrecido a los acreedores un bono Discount y el Cupón PBI a cambio de sus títulos en default, pero a diferencia del canje anterior, no incluyó los pagos que había hecho el Cupón PBI desde 2005 a 2010. Así, quienes entraron al segundo canje recibieron u$s7,38 menos, lo que implicó un ahorro para la Argentina de u$s800 millones.

De replicarse la misma situación en 2013, los holdouts dejarían de recibir los u$s18,03 que pagó el Cupón PBI desde su fecha original de emisión. La cifra representa un ahorro de u$s1.200 millones para el gobierno argentino.

«Entre el ahorro del canje de 2010 y el que se generaría en 2013 si el Gobierno reabriera el canje con las mismas condiciones, se habría ahorrado u$s2.000 millones. Éste es el monto que los acreedores que no quisieron ingresar al canje perdieron por apostar a la vía judicial en vez de apostar al crecimiento de la Argentina», asevera Castiñeira.

En 2010, la Argentina les había ofrecido a los tenedores de títulos en default una quita del 100% de los intereses devengados y del 66% sobre el capital original. A cambio, por cada u$s100 de bonos en cesación de pagos, los inversores recibían un bono Discount por u$s 33, además de los intereses que acumuló este bono desde 2004 (fecha en la que se emitió) hasta 2010.

Según La Nación, parte de estos intereses acumulados se capitalizaron y parte se pagaron con otro bono, el Global 2017. También en la oferta estaba incluido el Cupón PBI, sin los pagos que había hecho este instrumento hasta entonces.

«Para poner fin a esta saga no es necesario que los holdouts acepten una oferta de la Argentina, probablemente no lo hagan», opinan desde la consultora Elypsis. «Lo importante es que la acepte la Justicia de Nueva York como una interpretación del pari passu», aclaran.

En su fallo original, el juez Griesa había señalado que la Argentina había violado la cláusula de la pari passu incluida en los bonos en default, ya que no había dado un tratamiento igualitario a todos sus acreedores.

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