Mientras parte de la flota que debía operar en Montevideo desvía sus escalas hacia puertos alternativos, la Terminal Cuenca del Plata (TCP), operada por Katoen Natie, atraviesa un conflicto sindical que amenaza con paralizar uno de los nodos logísticos más importantes del Atlántico Sur.
El origen del enfrentamiento radica en la implementación del sistema operativo Navis N4, una plataforma digital que permite la gestión integral de la terminal de contenedores y que actualmente utilizan cerca del 50% de los principales puertos del mundo. El sindicato de trabajadores portuarios sostiene que la digitalización podría implicar una reducción de jornadas y cambios en el régimen de grúas, mientras que la empresa asegura que no habrá pérdida de puestos laborales ni modificaciones sustanciales en las tareas.
El conflicto y las posiciones
En un comunicado interno dirigido a sus empleados, TCP reconoció la “gran preocupación por la situación en la que todos estamos” e informó que está realizando “todos los esfuerzos para solucionarla”.
La compañía remarcó que el proceso de transición tecnológica es esencial para asegurar la continuidad y la seguridad de las operaciones, aclarando que las tareas y responsabilidades se mantendrán sin cambios, salvo algunos casos puntuales —como los apuntadores de a bordo y de tierra— que ya fueron comunicados previamente.
La empresa propuso formalmente al sindicato una mesa bipartita de diálogo, bajo el marco de prevención de conflictos, para discutir su propuesta. Entre los puntos ofrecidos se destaca la garantía total de empleo, un período de evaluación de cuatro meses para medir los efectos del nuevo sistema y la posibilidad de ajustar condiciones en función de los resultados, dentro del actual convenio colectivo vigente hasta abril de 2026.
Por su parte, el sindicato plantea reducir la jornada laboral y modificar el régimen de grúas, basándose en una eventual mejora de productividad del 20% al 30% que —según la empresa— todavía no puede verificarse sin una etapa de prueba.

TCP también recordó que el convenio colectivo en vigor establece un procedimiento de resolución de conflictos, elaborado junto con el gremio, que hoy no estaría siendo respetado. En ese sentido, hizo un llamado a la reflexión y solicitó “retomar las actividades a la brevedad” para reanudar el diálogo.
Qué es Navis N4 y por qué genera debate
El Navis N4 es un sistema operativo de terminal (TOS, por sus siglas en inglés) que permite monitorear y gestionar en tiempo real todas las operaciones logísticas dentro de un puerto o terminal de contenedores. Su incorporación implica un cambio profundo en la manera de administrar los flujos de carga y descarga, optimizando movimientos, tiempos y costos.
El software, de origen estadounidense, centraliza la información operativa, administra el tráfico de contenedores por buque, tren o camión, y permite el seguimiento del rendimiento de las grúas y equipos en el patio portuario. Además, cuenta con módulos de análisis predictivo y reportes históricos que permiten tomar decisiones basadas en datos y mejorar la eficiencia de las operaciones.
Según fuentes del sector portuario consultadas por SL24 Shipping, este tipo de implementaciones suele generar resistencia inicial entre los trabajadores, ya que automatiza procesos tradicionalmente manuales, aunque a mediano plazo suele aumentar la seguridad y reducir los errores humanos. En puertos como Rotterdam, Valencia y Santos, donde el sistema ya opera, la productividad creció entre un 15% y un 25% sin impacto negativo en el empleo directo.
Repercusiones regionales y desvío de buques
El conflicto laboral en Montevideo ya empieza a sentirse en la región. Medios especializados en comercio exterior, como ComexLatam, informaron que varios buques decidieron desviar sus escalas previstas hacia otros puertos ante la imposibilidad de garantizar operaciones normales en la terminal uruguaya.
Fuentes navieras indicaron que el principal riesgo es que el paro parcial o la ralentización de tareas afecten el flujo de carga de exportación e importación no solo de Uruguay, sino también de los puertos argentinos que dependen del transbordo regional. Montevideo es una escala estratégica para las rutas que conectan el sur de Sudamérica con los hubs del Atlántico, y un desajuste operativo puede repercutir en toda la cadena logística del Río de la Plata.
El Ministerio de Trabajo uruguayo intervino para abrir una instancia de conciliación, aunque al cierre de esta nota el conflicto no se había resuelto. Las negociaciones continúan bajo un clima tenso, en el que la empresa busca garantizar la implementación del sistema y los trabajadores reclaman certezas sobre su impacto laboral.
Una transición que refleja un cambio de época
El conflicto en Montevideo trasciende lo local. Lo que se discute de fondo es el proceso de digitalización del transporte marítimo y portuario, que avanza de manera irreversible en todo el mundo.
Para Argentina, que observa de cerca el desarrollo del sistema Navis N4 y su aplicación en terminales de la región, el episodio es una advertencia: los procesos de modernización tecnológica deben ir acompañados de consensos laborales claros para evitar tensiones que paralicen la logística.
El caso TCP expone la necesidad de equilibrar la eficiencia operativa con la estabilidad social, en un momento en que la competitividad portuaria del Cono Sur depende tanto de la infraestructura como del clima laboral.