El gobernador de Córdoba protagonizó un histórico discurso en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, donde se abordó el presente y futuro de la industria de biocombustibles en Argentina. Durante su intervención, el mandatario cordobés hizo hincapié en las oportunidades perdidas debido a los sesgos ideológicos y los malos manejos del kirchnerismo, destacando la necesidad urgente de un marco legal que potencie esta industria clave para la economía nacional.
El gobernador subrayó la importancia de los biocombustibles como motor de desarrollo, afirmando que “Argentina necesita prender los motores de la economía, con nuevos motores que no sean sólo el agro, si le damos el marco legal, el agro puede dar una marcha más”. Este llamado a la acción se enmarca en una visión de futuro donde los biocombustibles no solo representarían una fuente de energía más limpia, sino también una oportunidad para generar empleo y agregar valor a la producción nacional.
La historia de los biocombustibles en Argentina ha sido una montaña rusa. A principios de los 2000, el país se posicionó como líder en la producción de biodiésel, con una industria en crecimiento que prometía transformar la matriz energética y económica. Sin embargo, con el paso del tiempo, la falta de políticas claras y consistentes, sumado a un enfoque ideológico que priorizó otras áreas, llevó a la industria a un estado de estancamiento.
El gobernador recordó cómo en ese entonces, “Brasil venía a ver nuestra experiencia, hoy nosotros tenemos que ver cómo nos superaron”. Esta afirmación refleja el retroceso que ha sufrido Argentina en comparación con países como Brasil y Estados Unidos, que han implementado legislaciones sólidas y estables que favorecen el desarrollo de los biocombustibles. “No es ideológico, es si querés generar trabajo sí o no. EEUU y Brasil tienen leyes claras para la industria de biocombustibles”, afirmó.
En su intervención, el mandatario también hizo referencia a la obsolescencia de la normativa vigente, calificándola como un freno para el desarrollo del sector. “Las potencialidades que tenemos son enormes, pero no tenemos ley, la ley que tenemos nos retrasa porque es mala y genera incertidumbre”, declaró, añadiendo que “esto no es un tema ideológico, es pragmático, no va a haber peor ley que la actual”.
Finalmente, el gobernador lanzó un contundente mensaje sobre la necesidad de acción inmediata: “El mundo sigue avanzando y no para, ya se discute la aplicación de biocombustibles en aviones. Si no legislamos, vamos a terminar exportando los granos para que Brasil haga el biocombustible y nos lo mande, agregando más costos, y ¿a quién le vamos a echar la culpa?”.
Con este discurso, el gobernador de Córdoba dejó claro que la recuperación y el impulso de la industria de biocombustibles no solo es posible, sino necesario para el futuro económico de Argentina. “Con una norma se generan certezas y puestos de trabajo, depende de la valentía de los sectores para poner a todos de acuerdo, nos alcanza con ver lo que está haciendo Brasil y EEUU, antes innovamos, ahora alcanza con copiar”, concluyó.
