Las próximas elecciones en el sindicato de Aceiteros, el más importante de la región, están abriendo una caja de pandora.
La actual Comisión Directiva, que tiene a Pablo Reguera como Secretario General y a Daniel Succi como Secretario Adjunto, decidió hace unos años poner a disposición de los afiliados diferentes salones de fiestas para que puedan ser utilizarlos para sus eventos privados y que paguen un canon diferencial, mucho más bajo que el de mercado… Hasta aquí nada para reprochar, aunque según fuentes allegadas a la Comisión Directiva, una de las condiciones era que los servicios de catering debían ser contratados a un único proveedor por un alto costo.
La molestias de los afiliados por el manejo de las contrataciones del catering abrió los ojos de muchos opositores a la dupla Reguera -Succi, y fueron ellos quienes comenzaron a realizar investigaciones administrativas para poder tener claro cómo se utilizan los más de 25 millones de pesos que ingresan mensualmente en promedio a las arcas de la institución. La primera alarma saltó con al menos cinco facturas de alquiler de los salones de eventos durante los meses de aislamiento estricto entre mayo y septiembre de 2020, maniobra que, según afirmán las fuentes consultadas, se utilizaría para desviar fondos del gremio. Otra irregularidad que se sumaría a la de una factura enviada por una fiambrería de la región por un monto de más de 2 millones de pesos de quesos y otros fiambres.
Las pruebas y documentos ya están a resguardo para ser presentados ante la justicia y los afiliados. Las acusaciones se amontonan entre los afiliados de las diferentes fabricas, deberán las listas que participan en la elección del próximo 10 de marzo garantizar las investigaciones para transparentar los manejos de los dineros de los trabajadores.
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