La crisis de los serenos de buques en el Cordón Industrial sigue agravándose. Desde hace casi dos meses, 70 familias de la región ven desaparecer su fuente de trabajo mientras el sindicato que debería representarlos sigue sin respuestas. En el programa Up River de Fisherton Plus, Juan Cruz Nicola, sereno de buques con 17 años de experiencia, expuso la cruda realidad que enfrentan estos trabajadores y apuntó contra el rol de Prefectura y la conducción gremial, encabezada por Antonio Ivaldi y su hija Mariel.
“Esta resolución nos agarra totalmente de sorpresa. Creímos que se iban a implementar nuevas medidas, no que nos iban a poner como optativos”, explicó Nicola en relación a la decisión de las Agencias Marítimas de operar sin serenos de buque, afectando directamente a los trabajadores de la actividad.
La habilitación que nunca llega, salvo para la hija del secretario general
Uno de los puntos que generó mayor indignación entre los serenos de buques es la dificultad para obtener la libreta y la chapa habilitante. “Prefectura nos avisa que estamos habilitados por todo el año, pero yo, con 17 años de experiencia, nunca la pude conseguir de ningún modo. En cambio, la hija de Ivaldi sí la pudo obtener para ella personalmente”, denunció Nicola.
Esta situación deja en evidencia el abandono del gremio para con los trabajadores del Cordón Industrial, mientras que desde Buenos Aires las respuestas brillan por su ausencia. “Estamos completamente desamparados. Desde el gremio nos dicen que esperemos, pero hay compañeros haciendo malabares para mandar los chicos a la escuela”, agregó.

Un sector esencial, pero sin apoyo
La actividad de los serenos de buques es crucial para la seguridad portuaria y el cumplimiento del Código Internacional para la Protección de los Buques y de las Instalaciones Portuarias (PBIP). Sin embargo, Prefectura y las agencias privadas han decidido prescindir de su trabajo. “Hicimos muchos pedidos a Prefectura para capacitarnos en el PBIP, pero los dueños de las empresas OPIP son todos ex Prefectos. Ahora entendimos por qué nunca quisieron capacitarnos”, reveló Nicola, dejando entrever un posible conflicto de intereses que ha marginado a los serenos.
El resultado es desolador: 170 buques ya operaron en la región sin serenos a bordo, dejando sin ingresos a decenas de familias que dependían de este trabajo. “Hace un mes y medio que no trabajamos, estamos subsistiendo con algunos bolsones de comida y el aporte de intendentes de la zona. Se le mandó nota al gobernador, pero todo lo que se intenta no llega a buen puerto”, lamentó Nicola.
Un gremio que no aparece
La dirigencia gremial también está en la mira de los trabajadores. “Nuestro reclamo es contra Prefectura y contra nuestro sindicato. Antonio Ivaldi es el secretario general, pero la que está al frente es su hija Mariel. Nunca la vi arriba de un barco”, disparó Nicola, cuestionando la falta de representación real por parte del gremio.
“Nunca vinieron a la zona, intentamos por todos los medios tomar contacto y nunca nos respondieron. Tuvimos una reunión con el abogado del gremio, que nos explicó la parte legal, pero de soluciones concretas, nada”, agregó.
Mientras los trabajadores siguen sin respuestas, el gremio de Serenos de Buques, conducido por los Ivaldi, mantiene su estructura intacta. En 2022, Antonio y su hija se quedaron con la conducción en medio de una elección plagada de irregularidades, como lo denunció en su momento el portal 11 Noticias. Ahora, en 2024, los trabajadores de San Lorenzo siguen esperando que su propia dirigencia sindical los defienda. Pero la realidad es que la hija del secretario general del gremio está habilitada para trabajar, mientras ellos siguen sin poder subirse a un barco.