En su mayoría son jóvenes de entre 16 y 25 años, con problemas de consumo de drogas y con páginas enteras de antecedentes por hurtos.
Este flagelo social está generando muchos dolores de cabeza a vecinos de toda la región, que ven cómo los mismos delincuentes los roban sin parar noche tras noche. Hay algunos casos que el ladrón fue apresado luego de saltar del patio de una casa en la zona centro oeste de San Lorenzo, durmió en la comisaría y cuando lo liberaron en la mañana lo primero que hizo fue meterse al mismo patio para terminar de robar.
En el día de hoy figura en el parte policial que un joven fue atrapado luego de robar una puerta de aluminio, ese joven pasó la noche en la Comisaría Primera de San Lorenzo y espera ser liberado en los próximos minutos. Ese joven esta noche vuelve a cometer otro delito de depredación en alguna casa de la ciudad.
Los vecinos terminan cansados y puede que todo termine con justicia por mano propia arruinándose la vida aquel que pierda la paciencia y tome represaría. La jefatura del Ministerio Público de la Acusación debería tomar estos casos como prioridad, algo similar con lo que sucedió en Rosario con la creación de una fiscalía especializada en balaceras.