Todo comenzó en un domicilio de Boulevard Eva Perón al 400, cuando un llamado desesperado al 911 alertó que un bebé se encontraba sin signos de respiración. Al llegar, los agentes fueron recibidos por la madre del menor, que pedía ayuda entre gritos y llantos.
El subinspector Damián Aguilar ingresó a la vivienda y encontró al pequeño recostado en un sillón, inmóvil y sin reacción. Ante el cuadro crítico, no hubo tiempo que perder: decidió junto a su compañera trasladarlo de inmediato en el móvil policial.
Durante el trayecto, la Oficial Valeria Zeballos comenzó a realizar maniobras de RCP dentro del vehículo, en un recorrido angustiante pero vital. Tras varios segundos que parecieron eternos, el niño vomitó y volvió a respirar, hasta comenzar a sollozar, señal de que había recuperado la conciencia.
Al llegar al hospital sanlorencino, el menor fue asistido y estabilizado por el personal médico. Posteriormente, se decidió su derivación al Hospital de Niños de Rosario para una atención más especializada.
Desde la Policía de Santa Fe destacaron el accionar de los agentes, que no dudaron en intervenir con rapidez y profesionalismo en una situación límite. Gracias a ese gesto y a las maniobras de emergencia, el pequeño logró recuperarse a tiempo.
