La Policía Federal de Brasil llevó a cabo un masivo operativo para desmantelar un grupo dedicado al contrabando de granos, especialmente soja y maíz, provenientes de Argentina a través de puertos clandestinos en el río Uruguay. La organización, que también traficaba insumos agrícolas, habría generado una facturación de aproximadamente US$ 700 millones en los últimos cinco años. Además, sorprendentemente, utilizaban criptoactivos para realizar pagos a proveedores en el extranjero.
El operativo de la Policía Federal implicó 59 allanamientos e incautaciones, así como 16 órdenes de arresto en cinco estados brasileños. Participaron 200 agentes federales con el respaldo de diversas autoridades, incluyendo la Brigada Militar, la Hacienda Federal, la Hacienda Estatal y la Polícia Rodoviária Federal.
Se bloquearon cuentas bancarias vinculadas a la organización por aproximadamente 58 millones de reales, y se confiscaron automóviles de lujo, propiedades y una aeronave valorada en 3,6 millones de reales. El grupo criminal, dividido en tres núcleos, operaba con puertos clandestinos, beneficiarios y revendedores de mercancías ilegales, y operadores financieros.
Las investigaciones, iniciadas en 2022, revelaron que el grupo realizaba operaciones cambiarias fuera del marco legal para evadir divisas y pagar a proveedores en el exterior. Dos empresas utilizadas por la organización adquirieron criptoactivos por un valor de aproximadamente 1,2 mil millones de reales.
Las transacciones fraudulentas incluían documentación falsa, como notas de productores rurales, para justificar el contrabando de granos. La organización, a lo largo de cinco años, logró una facturación de más de 3,5 mil millones de reales. Durante el operativo, se incautaron 171 toneladas de granos y productos relacionados, y 11 personas fueron detenidas en el acto, junto con la confiscación de vehículos, vinos y herbicidas.