Un hombre de 55 años fue detenido este viernes en Timbúes acusado de robar cereales de una formación ferroviaria. Lo más llamativo: se movilizaba en una camioneta Dodge RAM, valuada en más de 80 mil dólares, mientras realizaba los robos en los llamados puertos secos, zonas que concentran gran cantidad de movimientos de granos y muy escaso control.
El procedimiento se realizó en una vivienda de calle Saavedra al 1000, donde efectivos policiales secuestraron palas, bandejas de zarandeo, carretillas, bolsas con maíz y soja, además de las herramientas utilizadas para abrir las boquillas de los vagones.
El detenido, identificado como Robustiano O., quedó a disposición del Ministerio Público de la Acusación, que ordenó su detención y el secuestro de todos los elementos vinculados al hecho.
La investigación apunta a determinar si el hombre formaba parte de una red dedicada al robo y reventa de cereal, una práctica que en los últimos años se ha convertido en un negocio clandestino multimillonario. En la región, los puertos secos se convirtieron en espacios opacos e impunes, donde circulan miles de toneladas de granos robados y aceites vegetales adulterados.
A pesar de los procedimientos, el robo de cereal sigue siendo un delito con baja tasa de persecución y sin políticas de control sostenidas. “Es un negocio que mueve millones y que nadie parece tener voluntad de investigar”, señalaron fuentes policiales a SL24.







