El conflicto generado en la firma Guerrero Motos, en San Lorenzo, tras el despido de 22 trabajadores, se extiende y parece no tener fin.
Ayer, el Ministerio de Trabajo de la Provincia volvió a citar a representantes de la industria dedicada al ensamblado de motocicletas a fin de mantener conversaciones con el Sindicato de Metalmecánicos (Smata), organización que posee la tutela gremial en esa planta.
Igual que otras veces, el encuentro no surgió efecto. Vale aclarar en que las anteriores citaciones, nadie de la firma se presentó. Ayer sí lo hicieron, aunque sus representantes se excusaron de tomar decisiones.
“La empresa envió como representantes a dos individuos de Recursos Humanos (RR.HH.) que dijeron que no tenían potestad para resolver nada e informaron al Ministerio que dejase de citarlos porque a cambio iniciarían una demanda por acos”, detalló Román Riquelme, secretario gremial del sindicato.
Tras ello, la reunión acabó casi al iniciarse y todo sigue igual.
El gremio aduce que hay 22 operarios despedidos sin justificación alguna, contrariando la legislación vigente (prohibición de despidos injustificados) y una persistente negativa del empresariado siquiera a intentar llegar a un acuerdo.
Los industriales aducen que los despidos son con justa causa y no hay motivos para entablar negociaciones.
La gravedad del caso radica en que, de acuerdo a lo denunciado por Smata, las causas de tales cesantías fueron “inventadas por la patronal” y los argumentos que expusieron, para su justificación, “no son reales”.
El conflicto ya lleva casi un mes -comenzó ante de Navidad- y hasta ahora casi no hubo novedades. El Ministerio de Trabajo había adelantado que obligarían a los responsables de Guerrero Motos a compadecer por la fuerza pública si se sostenía en su decisión de no hacerlo por medios propios, siempre según la información dada por los gremialistas, algo que tampoco se consumó.
La cartera laboral no se decide tampoco a convocar una conciliación obligatoria.
Curiosamente, la CGT San Lorenzo sigue ausente en tomar posición o acompañar a los dirigentes metalmecánicos y a los obreros cesanteados.
La empresa sigue prefiriendo no tomar contacto público ni emitir comunicado oficial alguno.