Los docentes públicos provinciales resolvieron ayer, por mayoría, iniciar una huelga por 48 horas en rechazo a la propuesta de aumento salarial que la Provincia les ofreció y que consistió en 35 por ciento de suba, pagaderos en tres tramos.
Los votos, en todo territorio santafesino, registraron 12.657 a favor del paro de actividades contra 11.576 que aceptaban el incremento.
Además, se determinó que en caso que la oferta no mejore, se instalará una nueva medida de fuerza por otras 48 horas para los días 23 y 25 de marzo. Cabe aclarar que el 24 es feriado y, para el caso, lo aprovecharán para tener un día sándwich entre los que no trabajarán.
La votación consumada ayer no solo indica un revés para la gestión de Omar Perotti, que apostó a que el porcentaje ofrecido los dejaría satisfecho, teniendo presente que fueron uno d elos primeros en ser vacunados contra el Covid-19 y que este año dispondrán del boleto estudiantil gratuito, sino también para la conducción gremial.
Tanto desde Amsafe central como en la delegación San Lorenzo, sus dirigentes habían adelantado su posición ante el ofrecimiento gubernamental tildándolo como bueno. Se supone que estaban convencidos en que la votación tendría un resultado positivo. Salvo Amsafe Rosario, el resto de la mayoría de las delegaciones se encolumnó detrás de la figura de Sonia Alessio y su rol negociador con el Ministerio de Educación.
Hasta ayer mismo, el secretario general local, Ricardo Fernández, bajó un mensaje -por los medios de comunicación- más cercano al éxito en las negociaciones salariales que a lo que finalmente resultó. Seguramente, ahora tendrá que echar mano a otro libreto.
