Está chocho

El argentino que vive en el país más feliz del mundo y donde no hay pobres

Es Nahuel Ríos, tiene 38 años y emigró del país en 2016. "Acá todos somos clase media, no vas a encontrar a nadie que no llegue a fin de mes", precisó


Nahuel Ríos es argentino, tiene 38 años y vive desde hace cinco años en Finlandia, el país que fue elegido por la ONU como el “más feliz del mundo” por cuarto año consecutivo.

A diferencia de lo que la mayoría cree, el “World Happiness Report 2020” no evalúa cómo se sienten sus habitantes sino que analiza diferentes variables relacionadas con la economía, la sociedad y la calidad de vida, que para este argentino distan mucho de lo que significa para él la palabra felicidad.

“Lo de la felicidad es un concepto, un título entre comillas. Ellos miden el confort y los ingresos per cápita que tiene la gente, el desarrollo del PBI, la falta de corrupción, el índice de pobreza, la seguridad y el prestigio que tienen los políticos”, explicó Nahuel a Infobae.

“Si miramos todo eso hasta te puedo decir que es el mejor país de Europa para vivir, pero tiene otros aspectos relacionados con lo emocional y lo mental que no lo hace tan amigable para los extranjeros”, advirtió.

Si bien describió a la sociedad finlandesa como respetuosa de las normas y muy trabajadora, aseguró que “la gente es bastante cerrada y tímida para entablar una relación y no suele hacerse tiempo para fomentar la vida social”. De hecho, Nahuel muy rara vez participa de reuniones, como solía hacerlo cuando vivía en Buenos Aires. “A ellos les gusta la soledad y el silencio”, remarcó.

“Eso no quiere decir que sean inaccesibles, pero no son de invitarte a comer a la casa. Y a veces uno extraña esas juntadas. Jamás te van a participar de un cumpleaños y son reticentes a que los saludes en la calle. Se hacen los que no te ven, te evaden. Pero también tienen eso de que cuando te hacés amigo de uno, es una amistad para siempre”, remarcó Nahuel, quien supo rodearse de amigos latinos y europeos para hacer más llevadera la vida en ese país nórdico.

Más allá de que los finlandeses tienen una reputación de poco expresivos y muy solitarios, Nahuel destaca el alto nivel de vida, el correcto funcionamiento de los servicios públicos, la solidaridad entre la gente y la lucha contra la desigualdad. “Acá no hay pobres, todos somos clase media. No vas a encontrar a nadie que no llegue a fin de mes. La gente no se hace problema por esa cuestión”, comparó Nahuel con respecto a lo que sucede en nuestro país.

Fuente: Infobae

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