Rosario

El Brujo Ungaro, el capo narco detrás del ataque criminal contra inocentes

El Brujo Ungaro, el capo narco detrás del ataque criminal contra inocentes

El Brujo Ungaro
El objetivo era sembrar terror en barrio Parque del Mercado. "Herir o matar a cualquier persona que esté ajeno a estos conflictos", señaló el fiscal Saldutti tras encarcelar a padre e hijo que participaron en el atentado contra Claudia Deldebbio y Virginia Ferreyra.
El objetivo era sembrar terror en barrio Parque del Mercado. "Herir o matar a cualquier persona que esté ajeno a estos conflictos", señaló el fiscal Saldutti tras encarcelar a padre e hijo que participaron en el atentado contra Claudia Deldebbio y Virginia Ferreyra.

Prisión preventiva hasta el juicio para padre e hijo acusados de formar parte de la banda de René “El Brujo” Ungaro, temible jefe narco de zona sur de Rosario. En la audiencia imputativa que se llevó adelante este sábado en el Centro de Justicia Penal, a Fernando C. (45 años) y Lautaro C. (19) les atribuyeron haber participado del ataque criminal del pasado 23 de julio en barrio Parque del Mercado, que le costó la vida a Claudia Deldebbio (58) y que dejó herida de gravedad a su hija Virginia Ferreyra (32). En la brutal emboscada también balearon a un menor de edad que tomaba una gaseosa en Isola y Maestros Santafesinos.

“Estas personas habían recibido un pago de dinero para cometer el hecho y otros más, cuyas investigaciones permanecen abiertas. Estamos tratando de determinar su participación en otros homicidios de la zona”, anticipó el fiscal Patricio Saldutti, de la Unidad de Homicidios Dolosos, quien lleva adelante la investigación de lo sucedido aquella fatídica tardecita de julio en barrio Parque del Mercado.

El fiscal Saldutti les atribuyó a ambos imputados actuar motivados por una promesa de pago -luego saldada-, por lo menos junto a tres personas más, perpetrar el ataque del sábado 23 de julio, cerca de las 19 horas, distribuyéndose los roles en forma previa.

Irrumpieron en Maestros Santafesinos e Isola a bordo de un Peugeot 308 de color negro, conducido por Fernando C. En la esquina detuvieron la marcha del auto y la mayoría de los ocupantes descendieron, mientras que el chofer se mantuvo al volante. Así Lautaro C. y los demás sicarios aún no identificados, todos portando distintas armas de fuego, dispararon contra la Torre 11, refiere la investigación.

Al mismo tiempo abrieron fuego contra los transeúntes que se encontraban en la parada de colectivos ubicada en la ochava este de Isola y Maestros Santafesinos, con la clara intención de causar la muerte de personas ajenas a cualquier tipo de conflicto.

Producto del criminal ataque fueron acribillados Claudia Mercedes Deldebbio; su hija Virginia Ferreyra y un menor de edad. Todos se encontraban -junto a otras personas que resultaron ilesas- en la parada de colectivos y en la plaza de la cuadra, «Rodolfo Walsh».

“Al parecer participan dos vehículos en el hecho. En uno de ellos circulaban cinco personas y dos fueron los que imputamos. Uno manejaba el auto negro y el otro descendió para disparar”, ratificó el fiscal Saldutti sobre el accionar de padre e hijo. “El ataque no estaba dirigido hacia las personas que fueron las víctimas. Aún no tenemos certezas al respecto, pero la teoría de la Fiscalía es que el móvil del hecho era la promesa de pago con el fin de causar temor en la zona y herir o matar a cualquier persona ajena a algún tipo de conflicto”, sostuvo.

Claudia Deldebbio falleció en el lugar, mientras que Virginia Ferreyra y la víctima menor de edad debieron ser trasladados de urgencia al Heca. Los agresores abordaron nuevamente el Peugeot 308 conducido por Fernando C. y se dieron a la fuga por Maestros Santafesinos en dirección a calle Gutiérrez.

Saldutti aseguró que la Fiscalía tiene acreditados que ambos imputados integran la banda del Brujo Ungaro. “Con la información que tenemos, formarían parte de esa organización. Por lo tanto, avanzaremos en la investigación para sumar nuevas imputaciones”, señaló.

Durante la detención de ambos acusados, secuestraron una pistola Bersa calibre 9 milímetros. “El arma pertenecía a un gendarme a quien se la habían robado. El arma tenía el correspondiente pedido de secuestro”, apuntó Saldutti.

El juez Román Lanzón llevó adelante la audiencia imputativa y dispuso la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para ambos. Fernando y Lautaro C. fueron acusados por los delitos de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria y por el concurso premeditado de personas en grado consumado, tentativa de homicidio calificado, portación y tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra y encubrimiento.

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