El Centro de Salud Comunal “San Juan Bautista” de Ricardone, que alguna vez fue considerado un ejemplo en la región en materia de atención primaria, enfrenta una crisis que genera preocupación entre los vecinos. Lo que fue un referente por su calidad de atención y cantidad de profesionales, ahora sufre un visible deterioro.
La falta de profesionales es uno de los principales problemas. Especialistas que antes brindaban un servicio integral abandonaron el centro por los “sueldos miserables”, dejando a los pacientes sin las atenciones que necesitan. A esto se suma la falta de insumos médicos básicos, lo que impacta gravemente en la capacidad del personal de salud para brindar una atención de calidad. “Le piden a la gente que se compre las gasas, los descartables…”, explicó una fuente allegada a la gestión de salud comunal.
Otro de los puntos críticos es la cobertura de turnos de guardias médicas, que se volvió irregular. Vecinos de la localidad señalaron que lo que fue un servicio ágil y eficaz, ahora se ve debilitado por la falta de recursos humanos.
Además, surgieron denuncias de los vecinos que aseguran que ciertos médicos cobrarían consultas de manera particular dentro del propio centro de salud comunal, una situación que generó gran malestar, ya que consideran que se está violando el principio de “salud pública gratuita” que siempre caracterizó al efector.
Las quejas entre los vecinos son cada vez más frecuentes y la preocupación va creciendo. “En los últimos días comenzaron a hacer algunos arreglos edilicios, porque el edificio se estaba viniendo abajo también. Taparon goteras y le dieron una mano de pintura”, explicaron.
El pueblo de Ricardone, que se enorgullecía de contar con el mejor centro de salud de la región en atención primaria, definitivamente hoy enfrenta una realidad diferente.