Gustavo Alonso, destacado especialista en la industria marítima y de logística fluvial, realizó una crítica reflexión sobre los desafíos que enfrenta Argentina para atraer inversores globales en el sector portuario y fluvio-marítimo. Desde su experiencia como arquitecto naval e ingeniero marino, Alonso señaló los principales obstáculos que complican la llegada de capital extranjero, además de destacar la falta de idoneidad en los funcionarios encargados de diseñar el futuro de la Hidrovía Paraná-Paraguay.
Los gremios y la bandera argentina como obstáculos
“Hay en marcha muchos due diligence para entrar a invertir en Argentina, y en muchos de estos análisis, el tema de los gremios y la bandera argentina ha sido uno de los problemas a considerar”, señaló Alonso. Para los inversores globales, estas cuestiones representan trabas importantes tanto en la competencia internacional como en el cabotaje nacional.
“Es una pena porque son cosas arcaicas que parecen no evolucionar nunca”, agregó el especialista, destacando que estas dificultades no son recientes, sino el resultado de años de falta de políticas claras en el sector. “Creo que esto es fruto de las políticas que nunca tuvimos y de la falta de idoneidad en muchos de los funcionarios de primera línea. Salvo horrorosísimas excepciones, en general no hubo una política real, sino más voluntarismo que producto de una estrategia seria”.
La falta de transparencia en los pliegos
Uno de los puntos centrales de la reflexión de Alonso es la falta de exigencia y transparencia en los perfiles técnicos responsables de diseñar los pliegos de la licitación de la Hidrovía. Para él, resulta incongruente que se exijan altos niveles de excelencia a las empresas que licitan, mientras que no se aplican los mismos estándares a los funcionarios encargados de redactar y supervisar estos procesos.
“Ante los recientes reclamos de transparencia y altos niveles de exigencia en los pliegos, el ex subsecretario de Puertos y Vías Navegables dijo que ellos tienen que ser exigentes porque la excelencia es eso y que cualquier obra de este tipo tiene que tener esos estándares”, recordó Alonso. Sin embargo, cuestionó: “¿Por qué esos niveles de excelencia no se aplican también a los funcionarios de primer nivel? ¿Dónde está la idoneidad técnica de esos funcionarios? Ahí no se aplica el nivel de exigencia que merece una obra de esta dimensión”.
Una obra de impacto para 30 años
La licitación de la Hidrovía Paraná-Paraguay es crucial para el futuro del comercio argentino. Representa una inversión estratégica que tendrá un impacto durante las próximas tres décadas en la competitividad de las exportaciones e importaciones del país. En este contexto, Alonso señaló que las falencias en los procesos administrativos y técnicos no solo afectan la credibilidad de Argentina ante los inversores globales, sino también la posibilidad de aprovechar al máximo el potencial del sector.