Luego de que saliera a la luz el crítico estado de salud que atraviesa Lía Crucet, y tras tener que ser internada de urgencia en una clínica de Mar del Plata por haber perdido 60 kilos, la hija de la cantante tropical salió al aire en Los Angeles de la mañana y brindó fuertes declaraciones donde apuntó hacia la pareja de su madre.
En diálogo con el programa de las mañanas de El trece, Karina remarcó que “no me animaría a dar diagnósticos, pero tengo más cosas para contar, porque parece que estuviera diciendo algo que no debo: ellos están viviendo en condiciones infrahumanas”.
Por su parte, Pía Shaw planteó si, quizás, esas condiciones no tenían que ver con un robo que sufrieron tiempo atrás. La hija de Lía lo negó.
“No es porque les robaron, sino por el estado de abandono en el que viven”, señaló.
Karina tiene un hermanastro llamado Ezequiel, fruto de la relación de su madre con Tony Salatino, marido y manager de la artista, y en cuanto a ellos destacó: “Ezequiel tiene 23 años. Muchas veces le dije “dejame a mamá y escapá de esa casa”. Lo pasé de chica, y era un chico que se estaba haciendo cargo”.
“El hizo lo que pudo. Lo quiero mucho. En cuanto a lo del peso, la parte oncológica no es. En la clínica ya no la podían tener más porque no es por el cáncer. Sí es cierto que estaba deshidratada y desnutrida. Me cuenta la familia de Tony que le tenían que llevar comida con un tupper”, siguió.
“Fui a los tribunales de San Isidro y me dijeron que al tener esquizofrenia tengo que hacer algo para que la declaren insana. El marido tiene depresión crónica, pero en el juzgado me dijeron que iba a hacer de todo, pero es interminable”, reconoció Karina.
