En una entrevista con CNN Radio Rosario, el juez Ismael Manfrín, se refirió a la situación actual del sistema penitenciario en la provincia de Santa Fe, destacando el buen trabajo que está realizando la actual gestión encabezada por el gobernador Maximiliano Pullaro.
Aunque antes efectuó un análisis general: “A partir de las condenas a bandas emblemáticas y a personas que tenían un rol en el campo delictivo vinculado al narcotráfico en la ciudad y la zona, se ha ido avanzando con la justicia federal, que era un reclamo. Ni que hablar de la reforma que se ha hecho con un sistema de alguna manera similar al que rige en Santa Fe desde 2014, pero era un secreto a voces que la política penitenciara estaba fallando”, indicó.
Posteriormente, comentó: “Con los atentados a los magistrados, se comprobó que la génesis fueron las cárceles, cómo desde los distintos servicios penitenciarios se tejían maniobras, creo que a partir de los últimos tiempos, sin ingresar en colores políticos, desde que está esta administración a cargo de la provincia, se va en camino de ordenar y hacer cumplir la ley en lo vinculado al servicio penitenciario en especial en las cárceles. A nadie le gusta destinar fondos públicos pero son para resocializar, eso no es gratis, hay que destinarlos bien y había que ajustar algunas situaciones que estaban fallando”, aseguró.
También se refirió al funcionamiento del poder judicial: “Como todo recurso público es escaso, después se podrá profundizar si está bien utilizado o no, lo cierto es que el sistema procesal de Santa Fe ha hecho un cambio enorme y positivo del sistema actual que ya parece lejano, van 10 años, y se han construido instituciones y distintos estamentos que tal vez antes eran impensados”, señaló.
Para luego explicar: “De la manera que está diagramado y a partir de lo que significa un juicio oral, los jueces y juezas tienen que estar presentes en las audiencias y no hay manera de sustituirlos. Por eso todos los cargos que están designados deben ser cubiertos y cuando eso no sucede por los motivos que fueren, generalmente por jubilación, o algún que otro fallecimiento, quedan vacantes y repercute en el sistema. Y cuando falla, sin dudas se resquebraja el funcionamiento. Hay siete u ocho vacantes de jueces en Rosario de un total de 30 en la provincia, lo mismo sucede en la cámara de apelaciones”, recordó.
Finalmente, habló sobre la necesidad de informar de la mejor manera posible los fallos para que la población los comprenda: “Los jueces aún no estamos a la altura de comunicar las decisiones a la sociedad, lo hace el fiscal o el defensor y tal vez no es la fidedigna, descontando la mala fe. Ahí debe tallar la Magistratura, explicando el porqué se llegan a tales resoluciones. De hecho, algunos colegas venimos implementando, antes del dictado del veredicto, una pequeña explicación, en palabras sencillas y no técnicas a la sociedad, generalmente se la da una copia a la prensa. Con el objetivo que la sociedad lo comprenda, muchas veces no es sencillo”, manifestó.
Y culminó diciendo: “Las causas que llegan, las procesa la fiscalía, las investigaciones no está a cargo del juez como era antes, así que el magistrado o magistrada está limitado. Muchas veces, como ocurre en nuestro sistema y en todo el mundo, la mayoría de las condenas no son por un juicio oral tradicional o como ahora por jurados, sino a través de acuerdos abreviados que las partes convienen la pena y el juez no puede ir contra esa decisión. Después escucho que se quejan de lo que se dictaminó y las redes sociales juegan mucho en el humor de la gente”, afirmó Manfrín.
