El kirchnerismo marchó contra la violencia en los barrios

Bajo la consigna "Ni un pibe menos" marcharon ayer hasta la sede de la Gobernación. Pidieron justicia para los baleados en Nuevo Alberdi y contó con el desembarco de dirigentes nacionales.


Bajo la consigna «Ni un pibe menos», organizaciones kirchneristas y militantes del justicialismo marcharon ayer desde Tribunales provinciales hasta la sede de la Gobernación para exigir Justicia para los tres militantes baleados del Movimiento Evita. Fue un acto con fuerte respaldo nacional y duras acusaciones contra el gobierno santafesino por su «inacción» frente al narcotráfico y la connivencia policial. El cierre tuvo como epicentro la plaza San Martín con gran cantidad de asistentes.

Si bien cada referente político hizo alusión a lo ocurrido en Nuevo Alberdi el 10 de enero pasado, cuando tres militantes del Movimiento Evita fueron baleados por soldaditos narco, la marcha puso en la calle a gran parte del aparato justicialista en la provincia, junto a nuevas organizaciones lideradas por jovenes militantes.

Al caer el sol sobre la plaza del Foro (frente a Tribunales ) se concentraron militantes de La Cámpora, Kolina, Martín Fierro, Evita, La Corriente, Miles y el Partido del Progreso Social (PPS), entre otros. Al prolijo ritmo de batucada de Los Herederos de Molino Blanco, la columna comenzó su caminata por bulevar Oroño.

Esquivando autos. A diferencia de otras movilizaciones que tienen la apoyatura policial y de inspectores de Tránsito municipal, las agrupaciones kirchneristas debieron sortear el paso de las esquinas entre los vehículos.

Sosteniendo una bandera con la inscripción «Ni un pibe menos» marcharon los diputado provincial es Eduardo Toniolli, Gerardo Rico, Luis Rubeo y Marcos Cleri, el dirigente Fernando Rosúa y la concejala Norma López, junto a referentes nacionales kirchneristas como Fernando Chino Navarro y Emilio Pérsico.

«Asombra la situación de Rosario como tierra liberada. Hay una resignación del Estado, un retroceso tanto municipal como provincial, dejando a las organizaciones políticas y sociales como la única frontera entre quienes venden droga y los pibes del barrio», consideró Navarro (diputado bonaerense) . Y agregó: «Son ineptos. Tienen miedo y terminan siendo cómplices, por acción u omisión, del narcotráfico en Santa Fe».

Pero hubo más de Navarro. «No existe en la Argentina un Estado que, cuando no hay periodistas, sus funcionarios reconocen tener miedo y ni siquiera intentan hacer algo. Realmente no conozco un caso de resignarse y darle la espalda al problema», dijo.

Para Pérsico, en tanto, «el control de la policía es responsabilidad del gobierno santafesino y, en el caso de Nuevo Alberdi, se vio complicidad policial con el narcotráfico y los bunker».

Luego indicó: «Pasaron muchos días desde la balacera y no hay detenidos. No hubo reacción ni se desplazó al comisario del barrio».

«No creo que Rosario sea narco, pero es una ciudad con desgobierno en cuanto al control territorial. Hasta los propios pibes tuvieron que voltear el bunker que vendía droga», añadió.

En sintonía se expresó el diputado nacional del Frente para la Victoria Agustín Rossi. «Lo primero que tiene que entender el gobierno santafesino es que no son nuestros adversarios. Nuestros enemigos son los narcos. Pero, cuando se equivoca la política a aplicar, la oposición debe interpelarlos», enfatizó.

Al respecto, estimó: «Siguen escudándose en que el narcotráfico es una cuestión federal, pero técnicamente están desactualizados porque la Argentina dejó de ser país de tránsito para ser de consumo y, por ende, la responsabilidad es de la policía provincial. Por algo existe Drogas Peligrosas».

De lleno en las estadísticas de la narcocriminalidad, Rossi instó a que «alguien explique por qué en Rosario, durante 2012, hubo 182 homicidios y en Córdoba sólo 76, como que alguien debería explicar los 18 homicidios de ese año». Con estos datos, convocó a la Casa Gris a «ponerse los pantalones largos y asumir la gravedad de la crisis como partido de gobierno».

Tras casi una hora de caminata, las columnas terminaron ocupando casi la totalidad de la plaza San Martín.

El ruego desgarrador de una madre desconsolada

Sin dudas que el rostro más conmovedor de la marcha de ayer fue el de la madre de Gastón Arregui, María del Carmen Pepe. El albañil de 27 años que fue baleado el 10 de enero pasado en Nuevo Alberdi, junto a los hermanos Ferreyra, que aún se encuentra en estado delicado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) ya que un proyectil tocó una zona vital y se desconocen las secuelas cerebrales.
“Está entubado, un poquito mejor, pero con respirador automático”, dijo entre sollozos la mamá de Gastón.
Luego suplicó: “Como madre pido que no se cometan nunca más casos como el de mi hijo, que quienes hacen estas barbaridades se den cuenta de que los perjudicados son los familiares”.
La mujer viajó junto a una hermana del albañil herido desde Río Gallegos (Santa Cruz) para acompañar a su hijo en el hospital.
“No pisé Nuevo Alberdi ni me interesa el barrio. Estoy acá para pedir que se salve y que jamás ocurran casos así”, concluyó Pepe.

Fuente: La Capital

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