Las problemática por la actividad de los cuidacoches en espacios de concurrencia masiva de Rosario, situación que es visible en toda la ciudad con distintas variables vinculadas a extorsiones y hechos delictivos graves, generó la respuesta del intendente Pablo Javkin, quien directamente apuntó al “fracaso en el combate contra el narcotráfico”, que está detrás de verdaderas “asociaciones ilícitas”, principalmente vinculadas a las barrabravas de los clubes de fútbol. Desde el Ministerio de Seguridad de Santa Fe reclamaron que si la actividad no se reglamenta, “directamente hay que prohibirla”.
A partir de la realización de espectáculos de convocatoria masiva donde se multiplicaron las denuncias de ciudadanos acorralados y amenazados por cuidacoches para pagar elevados sumas de dinero por el estacionamientos de vehículos, Javkin habló del fracaso del combate contra el narcotráfico que, según dijo, está detrás de los trapitos, y también de las balaceras intimidatorias a los comerciantes rosarinos.
“Lo que sucede alrededor de los estadios de fútbol no tiene que ver con un simple trapito. Es un problema de las mafias que están ligadas a las barras bravas del fútbol en todo el país, y que no tiene que ver con un partido, sino en todo lo que haya en ese lugar”, describió el intendente, recién llegado de una visita a España.
Entre reglamentar o prohibir
Y subrayó, como ya lo hizo en otras oportunidades “la importancia de la investigación sobre cómo se organizan esas asociaciones ilícitas. En la Fiesta de Colectividades el problema se resolvió bien. Hay un esquema regulado, vinculado a una institución benéfica sin inconvenientes. En las canchas de fútbol se requiere otra respuesta. El municipio trabajará con Fiscalía y con la policía. No vamos a exponer a la ciudadanía”.
Por su parte, el subsecretario de Prevención del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, Gustavo Pucheta, fue directo al afirmar ayer que la policía tiene orden de trabajar “para que no ocurran extorsiones de los trapitos”. Y disparó: “Si no se regula o reglamenta la actividad, habría que prohibirla. No podemos seguir trabajando a medias”.
Cabe recordar que esta noche, a partir de las 19, habrá otra convocatoria masiva en el parque Independencia por el recital que la banda de rock La Renga brindará en estadio de Newell’s Old Boys; y por una fiesta electrónica en el Hipódromo.
Según las autoridades, el encuentro contará con la participación de 500 policías, 450 agentes de seguridad privada, 60 rescatistas, 6 ambulancias, 25 bomberos y 150 inspectores municipales. “La policía tiene la directiva de impedir trapitos, pero lo más importante es que el damnificado haga la denuncia”, recalcó Pucheta.
Javkin, sin embargo, dijo que prefiere “los problemas de la ciudad llena, con movimiento económico, con posibilidad de disfrute, a los inconvenientes de los dos años en los que tuvimos que poner horarios para salir a la calle”, en referencia a las restricciones por la pandemia del Covid-19.
“Ahora la ciudad tiene más de un 90 por ciento de ocupación hotelera una vez más en un fin de semana largo. Tiene una enorme cantidad de eventos. Estamos viviendo una Fiesta de Colectividades única, con un crecimiento del número de visitas, con los colectivos y taxis en la puerta del predio, recuperando el gran encuentro de la ciudad”, valoró el titular del Palacio de los Leones.
Aunque es un hecho que ocurre en distintos sectores de la ciudad, algunos más visibles y otros no tan renombrados, el descontrol sobre la actividad de los cuidacoches volvió a quedar en evidencia esta semana.
Entre extorsiones y robos
La situación se volcó masivamente en las redes sociales el martes luego del recital que brindó Tini Stoessel en el Hipódromo Independencia, donde una cardumen de cuidacoches copó la parada y cobraron altas cifras por el estacionamiento de los autos en la zona.
Las quejas sobre la ausencia de control ante los flagrantes y visibles “aprietes” no tardaron en viralizarse. Tal vez por ser una figura política pública, uno de los comentarios que hizo ruido fue el del diputado de Juntos por el Cambio, Gabriel Chumpitaz, quien narró en primera persona su experiencia a metros del Club Gimnasia y Esgrima. “Vino un trapito y me apretó, queriendo cobrarme 1.000 pesos por estacionar” comentó.
A la par se denunciaron hechos de robo. Un usuario de Twitter contó que a su esposa le robaron la rueda de auxilio, un bolso, el celular y otros elementos de su vehículo. “La policía al lado. Liberaron 27 de febrero. Igual que hace unos días en el autódromo durante los recitales de Abel Pintos y Joan Manuel Serrat”, se quejó.
El modelo de Colectividades y los “desplazados” por la mafias
Un ejemplo de trabajo regulado se da en la Fiesta de Colectividades. Se trata de “cuidacoches solidarios”, personas excluidas del mercado laboral o en situación de calle, que prestan servicio para la cooperativa del Hospital Alberdi. Por calle Belgrano, donde hay un espacio para estacionar autos, cobran un bono solidario. Un porcentaje del dinero recaudado es para el jornal, y el otro se destina a obras para el hospital.
Otros intentos de organización de cuidacoches se dieron en el corredor gastronómico de Pellegrini, en el parque España y en el Independencia, donde las personas que trabajan durante la semana, fueron “corridas” o desplazadas, según coincidieron distintas fuentes, por la barra brava de Newell’s Old Boys.
La “extorsión” se sanciona en el Código
El nuevo Código de Convivencia aprobado en 2021 incorporó la figura de “extorsión”. Se estableció que “la persona que mediante actos determinados obstruya o altere la fluidez o seguridad del tránsito, o que mediante actos extorsivos y/o de cualquier otra manera se arrogue preferencia de uso sobre la calzada, será sancionada con multa de 10 a 200 UF (valor de litro de nafta súper) y/o con la realización de tareas educativas y concientizadoras”.