El desastre climático que padece Brasil por las intensas lluvias y una inundación histórica en el estado de Río Grande do Sul, ha generado un desastre humanitario y también económico debido a que ya se están evaluando las pérdidas en lo relacionado al trigo. No solamente por lo acopiado en campos y molinos harineros, sino también el retraso en los trabajos de siembra.
Ya que se trata de una zona estratégica para el gigante sudamericano en este cereal porque en principio estaba proyecto que abarcaría más del 40 por ciento del total de hectáreas sembradas en el país con una producción cercana al 45 por ciento, unas 4 millones de toneladas. Ante lo sucedido deberán rever todas las estimaciones previas.
Para colmo Rusia, el principal productor de trigo del mundo, padece una sequía en regiones claves que afectaría la exportación de la presente temporada. En un principio se había indicado una cifra cercana a las 50 millones de toneladas que saldrían fuera de las fronteras de la nación comandada por Vladimir Putin, ahora la misma se reduciría notoriamente.
Ante esta situación el precio comenzó a elevarse de manera significativa tanto en el país vecino como en el resto de los integrantes del Mercosur. Y el ejemplo es Rosario que se negoció a un valor de 261 dólares por tonelada el contrato a Julio del presente año con un incremento en el día de 7,5 dólares por tonelada, según los indicadores publicados.