Si Enrique Pinti estuviera vivo, seguramente encontraría en el Puente de la Vergüenza un nuevo símbolo de su canción inmortal: “Pasan los años, pasan los gobiernos… quedan los baches”. Y es que, al igual que en cada temporada alta de cosecha, la reacción del Estado vuelve a ser la misma: un poco de asfalto, unos cortes intermitentes, y la esperanza de que nadie pregunte demasiado.
El puente de la Ruta 11 sobre el río Carcarañá –por donde circula el 30% de la producción agrícola con destino a los puertos de Timbúes– es una trampa mortal. Un video viral de SL24 en 2024 expuso el estado calamitoso de esta infraestructura, con hundimientos y fisuras que recuerdan más a un paisaje lunar que a una ruta clave para la economía del país. Pero a 40 días de la cosecha gruesa, la solución de siempre vuelve a escena: “bacheo”.
Obras exprés, soluciones temporales
Este jueves 30 de enero, desde las 8:00, Vialidad Nacional ejecutará trabajos de bacheo sobre el puente. La maniobra obligará a realizar cortes intermitentes del tránsito hasta la finalización de las tareas. Si llueve, se pospone. Si se rompen los parches, se vuelve a bachear. Y así, en un loop eterno que ya ni siquiera sorprende.
@sl24_web EL PUENTE DE LA VERGÜENZA El puente de la ruta nacional 11 sobre el río Carcaraña se encuentra en un estado crítico. Por su traza comenzaron a circular el 30% de toda la cosecha de soja de Argentina algo más 300 mil camiones. Esta es una muestra de un país en emegencia. El abandono de estas arterias de circulación de la producción nunca fue prioridad para la nación ni para la provincia. En el gobierno de Alberto Fernández y Omar Perotti las problemáticas de falta de inversión en infraestructura se agudizaron al extremo. El estado terminal del puente y la falta de accesos comunales fluidos y en estado a las terminales de Timbúes hacen peligrar parte de la logística y la producción industrial de soja. En Timbúes están las empresas Renova, Dreyfus, Cofco, ACA y ADM @javiermilei @maxipullaro @louisdreyfuscompany @acacoop @sociedadruralargentina
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El Gobierno de Timbúes informó que la Guardia Urbana Comunal y personal de Obras y Servicios Públicos estarán a cargo del operativo de tránsito. Mientras tanto, se recomienda a los conductores “circular con precaución y estar atentos a las indicaciones de las autoridades”. Un eufemismo para decir: “Intenten no caer en los pozos”.
De la desidia estructural al parche de emergencia
El stock de infraestructura en Argentina ha sido devorado por la desidia de todos los gobiernos, sin distinción de color político. Rutas clave se han convertido en escenarios de tragedias viales, con puentes deteriorados que se sostienen más por costumbre que por ingeniería.
En cualquier país serio, un puente que soporta semejante flujo de camiones con toneladas de carga recibiría un plan de renovación estructural integral. Pero aquí, la única certeza es que se le pondrá asfalto sobre asfalto hasta que el deterioro sea irreversible.
El Puente de la Vergüenza no solo es un símbolo del abandono, sino también de la improvisación crónica. Quizás sea momento de reconocer que los baches no son el problema, sino el síntoma de un sistema que hace agua por todos lados… y de un país que, a esta altura, ya se acostumbró a circular sobre parches.
