El video institucional lanzado en el marco del aniversario no solo rescata imágenes emblemáticas, sino también voces que fueron clave para consolidar este puerto como uno de los pilares del movimiento cooperativo argentino. Una de ellas es la de Héctor Fabre, histórico gerente de ACA, quien no ocultó su emoción al hablar del camino recorrido:
“Me da una alegría muy grande que el primer puerto de ACA haya cumplido tantos años allí, en la ciudad de San Lorenzo, y que esté trabajando tan bien”.
Fabre recordó que el objetivo siempre fue claro:
“Darle la posibilidad a los 50 mil productores y 150 cooperativas de todo el país de que puedan mandar sus producciones a los mercados del mundo, y competir de igual a igual con las grandes empresas multinacionales”.
Ese modelo cooperativo, que parecía una quimera frente al poderío de las gigantes del comercio exterior, encontró en San Lorenzo un punto de apoyo para crecer. Con planificación, inversión y una mística única entre sus trabajadores, el puerto se transformó en una herramienta estratégica para el desarrollo de las economías regionales, multiplicando oportunidades para los pequeños y medianos productores.
Durante estas cuatro décadas, el Puerto Cooperativo fue mucho más que una terminal de embarque: fue una muestra tangible de que el trabajo colectivo, la eficiencia, la tecnología aplicada al campo y una visión federal del comercio exterior pueden convivir y prosperar.
Hoy, ese legado sigue más vigente que nunca. Con modernas instalaciones, procesos cada vez más sostenibles y un compromiso que no se negocia, el Puerto de San Lorenzo es una referencia en la hidrovía y en todo el complejo agroexportador argentino.
Pero por sobre todo, es un símbolo. Un puerto donde no mandan los directorios de otras latitudes, sino la fuerza de un sistema cooperativo que eligió construir su propio destino.