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Empleados de la EPE cobran hasta 7 sueldos extras por turismo y el día del cumpleaños

Empleados de la EPE cobran hasta 7 sueldos extras por turismo y el día del cumpleaños

Hugo Marcucci reafirmó el camino de transformación que encara el gobierno de Pullaro en la Empresa Provincial de la Energía: motosierra a los históricos beneficios de los empleados e inversión para modernizar el servicio.
Hugo Marcucci reafirmó el camino de transformación que encara el gobierno de Pullaro en la Empresa Provincial de la Energía: motosierra a los históricos beneficios de los empleados e inversión para modernizar el servicio.

“El verdadero dueño de la EPE es el usuario, quien tiene derecho de saber lo que pasa. Entonces corresponde transparentar y es lo que queremos. Buscamos una empresa más eficiente, por eso vinimos a cambiarla y no a mantener el statu quo”. Con esta frase, Hugo Marcucci, titular de la Empresa Provincial de la Energía, resume la voluntad que rige desde hace varios días entre los altos mandos del gobierno provincial: hundir el bisturí en las vacas sagradas del sindicalismo local, que han hecho (y desecho) de la EPE y Aguas Santafesinas fortalezas infranqueables.

Marcucci sabe a lo que se enfrenta y por eso admite: “Mejorar la empresa obliga a tomar decisiones que, a lo mejor para cierta gente, no son simpáticas. Pero hay que tener responsabilidad en los tiempos que vivimos: hay que trabajar con transparencia y austeridad, y la EPE debe ofrecer una buena calidad de servicio. Para eso hay que invertir, algo que en los últimos años no ocurrió”.

En diálogo con Marcelo Fernández para Fisherton+, el funcionario recordó que al tomar la conducción de la empresa eléctrica se encontró con un pasivo proyectado de 30.000 millones de pesos. Hoy la realidad, asegura, es distinta: la EPE tiene superávit.

“Empezamos a reducir gastos: por ejemplo, les pusimos GPS a las camionetas de la empresa para que no se usaran con otros fines que no fueran laborales. Invertimos en muchos rubros donde se gastaba sin racionalidad. En el medio hubo una recomposición de tarifas, por lo cual hoy no sólo dejamos de tener déficit sino que la EPE tiene superávit”, subraya.

Y enseguida se abre paso al ancestral tema “beneficios” del que gozan en exclusividad los empleados de la EPE como ningún otro sector del Estado.

Por convenio colectivo, la EPE tiene distintos beneficios, uno de ellos es la famosa bolsa de trabajo, que obliga a las autoridades a consultar con el Sindicato de Luz y Fuerza quiénes son las personas que van a ocupar cargos en la empresa. Por ende, a la planta ingresan trabajadores cuyo único mérito es ser familiar de un exempleado de la EPE.

“En ese sentido, el gobernador fue claro al decir que las empresas del Estado deben hacer concursos públicos y abiertos para que cualquier persona capacitada pueda acceder a un cargo –plantea Marcucci–. La empresa debe contar con los mejores recursos humanos disponibles en nuestra provincia, no con algunos, con los que nos indiquen la bolsa de trabajo. Eso va a mejorar a la empresa”.

Entre las ventajas que cuenta un trabajador de la empresa se cuentan el no pago del consumo de energía en su propiedad, la mencionada prioridad para que un familiar suyo ingrese a trabajar y hasta pagos extras por el día del cumpleaños y otro por “turismo”.

“Esto se va a modificar tomando decisiones y discutiendo todo lo que haya que discutir. No se trata de confrontar, sino de encontrar un punto a favor de todos. Para hacer las transformaciones que queremos necesitamos a los trabajadores, que es el capital humano necesario para hacerlo”, atempera el titular de la EPE, quien enseguida aclara que no todo está teñido por el excesos y las ventajas: “Una persona que hoy ingresa al área administrativa de la EPE lo hace con un sueldo de 650 mil pesos. La gran mayoría del personal le pone mucho esfuerzo, teniendo en cuenta que es una empresa que trabaja 24/7, no para nunca”.

Otro dato que destaca Marcucci es que desde 2014 la EPE mantiene una planta de 4.000 empleados, cantidad que no se modificó desde entonces, “a diferencia de otras áreas y empresas del Estado en que se ha sumado mucha gente”.

Sin embargo, enseguida recalca la necesidad de orden que se necesita imponer: “También vamos a hacer control biométrico para el ingreso y egreso del personal, porque es algo que todavía se hace con planillas y nunca se sabe bien quién firma”.

“Necesitamos reforzar las cuadrillas de calle, donde trabajan quienes ponen el cuerpo para arreglar los problemas. El área administrativa está más dimensionada de lo que necesitamos. Estamos a un paso de incorporar el expediente electrónico, con lo cual se eliminará el papel y se hará más eficiente la circulación de un trámite. Para ello se necesitarán más personal con conocimientos en seguridad informática que en otro aspecto. A veces no se entiende que hay que pensar en una empresa acorde a la dinámica en que vivimos”, avisa, como para machacar con el mensaje de transformación que necesitan aceptar quienes se oponen a los tiempos de cambios.

Modernización

Además de pasar la motosierra, el gobierno provincial necesita inyectar inversiones fuertes para que la empresa funcione y evolucione. “Para estar al día con las inversiones y generar una modernización importante, necesitaríamos invertir 110 millones de dólares por año. En diez años alcanzaríamos un punto de inversión óptimo. Es decir, hay un retraso de 1.000 millones de dólares en inversión”, calcula Marcucci, quien también pone un ojo en las pérdidas que soporta la EPE por el hurto de energía “de parte de personas que pueden pagar la boleta pero no lo hacen”. En ese ítem, calcula en unos 4.600 millones de pesos que se pierden por mes.

“La empresa tiene que ir hacia la modernización, como el caso de Uruguay, que mide el consumo de cada hogar en tiempo real a través de un sistema remoto. No necesita ir una persona cada dos meses a revisar el medidor de un usuario para ver cuánto consumió. Esa transformación obliga a tomar decisiones hacia el interior de la empresa para cambiar los perfiles, las tareas”, concluye.

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