Las localidades de San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes reciben anualmente algo más de 1.7 millones de camiones que por la falta de infraestructura provincial y nacional complican la vida de todos los habitantes de la región. Muchas empresas pymes ven en los meses de cosecha gruesa que van de marzo a junio perjudicada su logística por la invasión de camiones.
La coordinación de los operativos son milimétricos: cualquier error de cálculo deja a cientos de camiones trabados en las banquinas de las rutas y de la autopista Rosario-Santa Fe, problemática que año tras año se cobra vidas. Estos operativos son coordinados por las áreas de logística de las empresas, las fuerzas policiales federales y provinciales e inspectores de tránsito de todas las localidades afectadas. Todos pivotean con los funcionarios de la Cámara de Comercio de San Lorenzo, que cumple el rol de base de control del operativo.
El conocimiento del territorio y el contacto frecuente con los referentes locales de la Policía y los municipios hace que los operativos cumplan con esta condición de ser un reloj suizo. Intentar llevar estos operativos al seno de la Bolsa de Comercio de Rosario parece a todas luces un error de cálculo si lo pensamos bien; y si lo pensamos mal, un juego de lobby que busca quitarle territorialidad a la región. Si esto último fuera la hipótesis correcta es de una extrema gravedad, ya que es muy difícil para alguien que tiene las oficinas en Córdoba y Paraguay, en pleno centro de Rosario, lograr entender y resolver con la velocidad y la presión necesarias una congestión de camiones en el deteriorado camino rural de Timbúes, Cacique Mangoré.
Nueva secretaria de Transporte de la provincia
La exconcejal de Rosario y miembro el PRO, Renata Ghilotti, recorrió la región la semana pasada. Estuvo en el despacho del intendente de la ciudad de San Lorenzo y en las oficinas de la Cooperativa de Trabajos Portuarios de Puerto San Martín. La reunión que tenía prevista con las autoridades de la Cámara de Comercio de San Lorenzo la suspendió unos días antes de su llegada a la zona.
Con la asunción de un nuevo gobierno es habitual este tipo de cambios de paradigma en un país que le cuesta respetar el largo plazo, pero siempre hay tiempo para retroceder y ver mejor el panorama.
