“Ese fui yo, estaba re empastillado”. Las pruebas extraídas del celular del «Porteñito» son contundentes. La investigación lo sitúa como el autor material del asesinato del camarógrafo Gustavo Gutiérrez, con el fin de asegurarse el robo de su auto y su celular, aquella trágica madrugada del jueves 29 de diciembre en San Lorenzo.
Diego Jesús Pérez, alias Porteñito, le mandaba captura de pantalla de la noticia difundida por los medios a un contacto de Facebook, sobre el crimen del Negro Gutiérrez. “No quería ponerlo”, señaló en relación a dispararle para ocasionarle la muerte al camarógrafo. “Me voy a entregar”, reconoció. A otro contacto amigo le pidió por redes sociales: “Cuidá a mi vieja, que tengo a la yuta dando vueltas por mi casa. Estaba re empastillado”.
Según la investigación del fiscal Juan Ledesma, la mujer que ofició como “entregadora” en un hecho de robo que devino en muerte, fue Andrea Belén Mimbrero, alias «Belu». “¿Cuándo nos vemos?”, le propuso la mujer a Gutiérrez. “Si querés ahora que estoy al pedo”, respondió el camarógrafo. Lo que nunca imaginó el Negro era que detrás de esa cita subyacía una emboscada para robarle.
Al camarógrafo lo citaron en Perú y Genaro Roldán, cuando una testigo dio cuenta de que Belu estaba a esa hora sentada en la puerta de su casa de Islas Malvinas y Alemania, a 300 metros de donde se consumó la emboscada. A las 3.28 de ese jueves se produjo una conversación por Facebook entre el Negro Gutiérrez y la mujer de 34 años.
“Aguantame cinco minutos más que se me despertó la nena”, le mintió Belu. Entonces al camarógrafo lo interceptó el Porteñito con un arma de fuego, para robarle el auto. En la audiencia imputativa, el fiscal Ledesma no descartó que en el hecho haya participado un tercero, mientras espera recolectar más pruebas de las cámaras de seguridad.
Según la investigación del fiscal Ledesma, el camarógrafo fue convocado por Belu a las 4.30 de la madrugada de aquel jueves en Genaro Roldán y Perú. Hacia allí se dirigió el Negro Gutiérrez a bordo de su Volkswagen Gol color gris, cuando fue interceptado por el Porteñito, quien le efectuó dos disparos con un arma de fuego calibre 22.
Las heridas le provocaron la muerte a Gustavo Gutiérrez por hemorragia masiva en paquete vascular del cuello, precisó la acusación. Al Negro le robaron el auto, que luego apareció prendido fuego en la localidad de Pueblo Andino, a 15 kilómetros al oeste de San Lorenzo. También le sustrajeron el celular.
En la audiencia imputativa de este viernes en Tribunales de San Lorenzo, al Porteñito le atribuyeron el delito de homicidio criminis causae -en este caso procurar darle muerte a la víctima para asegurar el robo-, agravado por el uso de arma de fuego en carácter de autor. En el caso de Belu Mimbrero, le endilgaron el mismo delito que a su pareja Diego Pérez, aunque en carácter de partícipe necesaria.
El fiscal Ledesma solicitó la prisión preventiva por el plazo de ley para ambos imputados. Y luego ensayo la reconstrucción de los últimos minutos de vida de Gustavo Gutiérrez.
El camarógrafo caminó agonizante desde Perú y Genaro Roldán hacia el sudoeste, hasta llegar al paso a nivel de Oroño y Hugo Rippa. “Me dispararon, no doy más, me dispararon”, esbozó a un policía que realizaba servicios adicionales en la custodia de una formación ferroviaria del Belgrano Cargas. El Negro murió mientras esperaba la ambulancia.
A pesar de la desaparición del celular del camarógrafo, personal de informática de la Agencia de Investigación Criminal logró recuperar información a través de la computadora personal del Negro Gutiérrez. En su casa de Puerto San Martín tenía todas las redes sociales abiertas y pudieron acreditar que aquella madrugada de jueves mantuvo una conversación con la usuaria «Lha Belu», que pertenece a Mimbrero.
El secuestro de los teléfonos celulares en los allanamientos del día posterior al crimen permitió al fiscal avanzar en la investigación y recolectar elementos probatorios. Belu se comunicó con un contacto, le mandó una captura de pantalla extraída de una foto de perfil del Negro Gutiérrez y reconoció sentirse culpable de lo sucedido, relató Ledesma.
Cuando le secuestraron el celular, el Porteñito Pérez eliminado la aplicación de whatsapp pero sí encontraron chats por Facebook. Había reenviado capturas de pantalla con la información de los medios de la región sobre el asesinato del camarógrafo. “Ese fui yo, estaba re empastillado”, le argumentó a un contacto.
A su turno, el defensor público Andrés Bassani anticipó que Mimbrero y Pérez prestarán declaración durante el proceso. Hizo hincapié en que ambos carecen de antecedentes penales condenatorios.
En el caso de Belu, el defensor solicitó una medida alternativa a la prisión preventiva efectiva como una prisión domiciliaria o con tobillera electrónica si estuvieran dadas las condiciones de conectividad en la casa de su suegra, en Jujuy al 900 de San Lorenzo.
Subsidiariamente Bassani planteó una prisión preventiva por 180 días, habida cuenta de que la mujer está al cuidado de una hija de 3 años.
En la resolución, el juez Carlos Gazza dispuso la prisión preventiva por un plazo de dos años para ambos imputados. Y dio lugar a la solicitud del Porteñito de requerirle al Servicio Penitenciario que sea alojado en la cárcel de Coronda.
PS