El concejal de San Lorenzo Esteban Arico quedó en el centro de un nuevo escándalo político tras ser descubierto utilizando cartelería falsa de la gestión de Omar Perotti para recolectar datos de jóvenes de la ciudad. El hallazgo, expuesto por SL24, revela que el dirigente kirchnerista sigue utilizando herramientas heredadas de la vieja estructura provincial, a pesar de que el gobierno justicialista ya es historia en Santa Fe.
Todo comenzó cuando concejales locales vinculados a la actual gestión de Maximiliano Pullaro detectaron la maniobra. En distintos puntos de la ciudad, Arico desplegaba un banner con la estética oficial de programas provinciales, pero sin autorización y con el claro objetivo de obtener datos personales de jóvenes sanlorencinos.
La trampa quedó expuesta cuando el concejal, al verse descubierto, modificó parcialmente el uso del cartel. Como muestran las imágenes publicadas por SL24, el banner ahora aparece desplegado hasta la mitad, intentando ocultar su procedencia y simulando ser parte de alguna actividad local. Sin embargo, las pruebas y los testimonios recolectados son contundentes.

En el video que acompaña esta crónica, puede verse cómo durante la gestión de Perotti, Arico desplegaba verdaderos mega operativos de recolección de datos y promoción política, con una inversión en publicidad y montaje logístico que superó ampliamente el millón de dólares en apenas tres años. Ese aparato, pensado para instalar a Arico como el sucesor inevitable en San Lorenzo, hoy quedó reducido a una burda maniobra con un banner trucho.
El video es compartido desde la cuenta oficial de instagram de Esteba Arico, a continuación dejamos una captura de pantalla por si el video es eliminado por el concejal. El video ya fue capturado y es parte de las pruebas que los concejal adjuntarían en la denuncia penal.

La denuncia formal contra Arico ya está en camino y el escándalo recién empieza. La utilización de cartelería oficial falsa y la manipulación de datos personales abre un fuerte interrogante sobre las prácticas heredadas por el kirchnerismo local y la falta de límites a la hora de buscar rédito político.

En San Lorenzo, las viejas mañas no pasan de moda.