Una falla simultánea en los dos sistemas de recepción de llamadas que tiene el Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies), el «principal y el de contingencia», impidió que una ambulancia llegara a tiempo para atender a una de las personas que ayer a la madrugada fueron víctimas de un choque de motos en Arteaga y Batlle y Ordóñez. «Encaramos una investigación sumaria para saber qué causó el desperfecto», aseguró la titular de Salud municipal, Adela Armando, quien admitió que nunca habían pasado por un hecho de «tanta gravedad» como la muerte de una chica de 30 años que no logró ser asistida en el lugar del accidente por la falla del 107. En la subcomisaría 20ª, incluso, afirmaron que la víctima fatal sobrevivió al menos media hora y hasta pudo incorporarse, sacarse el casco y hablar por teléfono antes de fallecer sin asistencia médica.
Según los datos de la seccional, la colisión entre las dos motos —de frente y presuntamente a alta velocidad— se produjo a las 5.30 y 20 minutos después recibieron la comunicación telefónica del hecho.
Cuando el móvil policial llegó a la fatídica esquina, uno de los conductores de las motos, Fabiana Paula Balgueña, al mando de una Yamaha Crypton y quien acababa de salir de trabajar del casino y regresaba a su casa en Villa Gobernador Gálvez, ya estaba muerta.
Minutos decisivos. Aun así, tanto desde la seccional como testigos del accidente aseguraron que la mujer vivió lo suficiente como para hablar por teléfono e incluso refirieron que su esposo alcanzó a llegar al lugar mucho antes que la propia ambulancia.

La otra víctima fue Ezequiel Luis Fleitas, también de 30 años, quien manejaba una Guerrero 110 y aparentemente se desplazaba sin casco.
Sus lesiones también revistieron gravedad: el muchacho sufrió un severo traumatismo de cráneo, por lo que cuando finalmente llegó la ambulancia fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) en «estado crítico». Más tarde lo derivaron al sanatorio Delta, donde al cierre de esta edición permanecía con respirador artificial.
Dos horas en blanco. Lo inaudito y particularmente grave de la situación fue que ayer el Sies se quedó sin sistema por más de dos horas: a las 5.05 registró la última llamada por un cuadro convulsivo, reveló ayer la titular del servicio, Viviana Esquivel, y hasta las 7.10 no se recibieron más comunicaciones, algo que no generó inquietud porque en días de semana, entre las 3 y las 6, generalmente hay muchos menos pedidos de auxilio, aseguró Armando.
Lo cierto es que durante ese lapso falló todo el sistema, «tanto el principal como el de contingencia» (líneas 107 y 930, que corresponde a la central de derivaciones), reconoció Armando. El equipo había sido adquirido por la provincia hace un año y es monitoreado por una empresa privada «que hace el seguimiento».
En la base recién recibieron el alerta por el accidente a las 6.30, cuando desde el 911 se comunicaron, vía handy, con la central de logística del Sies y ésta con el operador. De inmediato se despachó la ambulancia, que llegó a la esquina del choque unos diez minutos después, pero nada pudo hacer ya por la chica fallecida.
Luego de que el hecho tomara estado público, la secretaria de Salud se comprometió a «dos cosas: garantizar técnicamente que esto no se vuelva a repetir» y a «investigar a fondo las causas» de lo ocurrido.
Los técnicos trabajaban en las últimas horas para establecerlas, con hipótesis tan disímiles como fallas eléctricas o en el software, pero que aún no se podían «especificar», sostuvo Esquivel.
Pero hay, aparte del origen del fallo técnico, algunas otras preguntas a las que ayer nadie supo responder. Por ejemplo, por qué nadie de la policía se llegó al menos en persona hasta el Sies entre las 5.50, hora en que se conoció el accidente, y las 6.30, en que vía handy se contactaron con el operador del Sies. Cuarenta minutos parecen demasiado cuando se trata de salvar una vida.
4º aniversario
El Heca conmemorará hoy su 4º aniversario en el edificio de avenida Pellegrini e Iriondo con un acto que se realizará entre las 10 y las 11, donde se buscará concientizar sobre el uso del casco. De los 4 mil accidentados que llegan al hospital por año, 2.700 circulan sobre una moto. Y la mayoría de las lesiones graves se deben a la falta de casco.
Fuente: La capital
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