El próximo lunes 1 de julio, a las 9 de la mañana, los Tribunales de San Lorenzo serán escenario de una audiencia clave en la causa por el femicidio de Sofía Delgado, la joven sanlorencina de 21 años cuyo cuerpo fue hallado sin vida el 15 de noviembre de 2023 en un camino rural de Ricardone, tras haber desaparecido en la noche del 30 de octubre.
Por primera vez desde su detención, Eduardo Mordini –dueño de un taller mecánico en barrio San Sebastián de Puerto General San Martín– aceptará declarar ante el juez Romanini, el fiscal Carlos Ortigoza, los abogados defensores y la querella que representa a los hermanos de Sofía, integrada por los letrados Gabriel Filippini y Laura Maderna.
La expectativa no es menor. Para los investigadores, el caso tiene una trama de horror y encubrimientos, con un pacto de silencio que hasta ahora nadie rompió. Con Mordini, Bevilacqua y Bauman detenidos, solo este último habló hasta el momento, aunque con contradicciones, omisiones y un relato que los querellantes consideran incompleto.
Bauman incluso llegó a usar una pizarra para trazar croquis de los movimientos previos al crimen, pero no logró despejar las dudas clave: ¿cómo fueron las últimas horas de Sofía? ¿Quién tomó la decisión final? ¿Dónde y cuándo ocurrió exactamente el asesinato?
Ahora, Mordini tendrá su turno. Su defensor pidió que declarara solo ante Fiscalía, pero la querella se opuso. El juez dio lugar: la audiencia será pública, con todas las partes presentes. Los abogados de la familia quieren preguntar, confrontar, y sobre todo, obtener información que permita cerrar las piezas sueltas de la investigación.

“Con los elementos que hay hasta ahora, sostenemos que los tres son coautores del femicidio. Pero esta instancia puede ser decisiva para analizar la participación de cada uno”, aseguró Filippini.
Las horas previas al asesinato siguen siendo un agujero negro en la causa. Lo que se sabe con certeza es que Sofía no fue asesinada en el lugar donde apareció su cuerpo, sino que fue trasladada, y que la escena fue limpiada. Hay pruebas de planificación, encubrimiento y posible complicidad entre los imputados.
El relato de Mordini podría marcar un punto de inflexión. La querella anticipó que buscará hacerle preguntas directas sobre los movimientos entre el 30 y 31 de octubre, las comunicaciones entre los imputados y los testimonios previos que ubican a Sofía en la zona del taller mecánico en esas horas.
Por otro lado, se sigue investigando una causa paralela de alto voltaje: el padre de Sofía está imputado por abusos sexuales agravados contra ella y su hermana, hechos cometidos cuando ambas eran menores. Este martes 25 de junio, se realizará una audiencia para revisar si sigue en prisión preventiva.
El 1 de julio puede ser un día crucial para la causa. El silencio de meses podría empezar a romperse. Y detrás de cada palabra, estará presente una pregunta que atraviesa todo el expediente: ¿quién mató a Sofía y por qué?