Durante la madrugada del domingo, y hasta casi el mediodía, una fiesta clandestina se organizó en un domicilio particular de Granadero Baigorria y a la que acudieron un importante número de personas.
Los vecinos hicieron la correspondiente denuncia y un grupo de policías llegó hasta Namuncurá al 600, la propiedad donde se realizaba el prohibido encuentro, y solicitaron s los organizadores que cesaran de inmediato, a lo que no les hicieron caso alguno.
Dentro de la casa seguía la música a alto volumen con los concurrentes sin barbijos e insumiendo alcohol.
Tras ello, los efectivos dieron aviso a la Fiscalía, para que se adoptaran las medidas del caso. El fiscal de turno indicó que la policía convenciera a los parroquianos para irse a sus casas, pero la negativa siguió firme como al principio.
A todo esto, se hicieron las 9 AM y el jolgorio seguía a pleno.
Los uniformados se quedaron apostados esperando la orden de allanamiento que libraría un juez rosarino para que pudieran acceder a la propiedad y desbaratar el evento, prohibido de acuerdo a las actuales restricciones sanitarias.
Así se llegó hasta el mediodía y la orden jamás apareció.
Los enfiestados se fueron yendo, cansados por la hora y ya sin gracia por lo que habían provocado (desobedecer una orden policial).
Finalmente, se labró un acta del caso.
Fuente: elurbanodigital