La paz y el orden fue el lema con el que Omar Perotti ilusionó a miles de santafesinos hace ya casi cuatro años. Claro está que no cumplió con ninguna de las dos consignas. Los hechos de inseguridad aumentaron en toda la provincia, con cifras récords de homicidios, zonas y ciudades completamente liberadas al accionar de los delincuentes. Aquella promesa de campaña quedó reducida a un simple slogan publicitario. Ahora, llegó el tiempo de reconvertirse para continuar en el poder y para el perottismo la estrategia ya es otra, porque la crisis económica así lo requiere: es el momento de prometer miles de casas gratuitas. Sí, sin poner un peso. Sin saber cómo, cuándo ni dónde.
La orden es lineal y baja de norte a sur por toda la provincia: hay que prometer viviendas. El techo es la prioridad de cualquier familia y se convirtió en un objetivo inalcanzable para un amplio sector de la sociedad. Es una necesidad básica y un derecho irrenunciable. Entonces, sirve. Sirve para ilusionar…
Siguiendo con el nuevo relato, ayer el candidato a intendente por el espacio de Omar Perotti en San Lorenzo irrumpió con la promesa de construir nada menos que mil viviendas en caso de ser elegido intendente y abrió, impunemente, un registro insustentable para que la gente se anote en el Paseo del Pino y dejen asentados todos sus datos personales.
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¿Hace falta crear un registro y movilizar a los vecinos con el único objetivo de ilusionar para conquistar más votos? Esos actos irresponsables, donde se juega con la necesidad de la gente, traen en muchas ocasiones graves consecuencias. Y ayer, por casualidad, se dio un claro ejemplo cuando decenas de familias usurparon los edificios que quedaron a mitad de construir del plan de viviendas “Sueños Compartidos” de las Madres de Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires. Se trata de departamentos que hace años se encuentran vacíos sin los servicios de luz, gas y agua. El desalojo terminó en conflicto entre la policía y la gente.
En la ciudad de San Lorenzo el candidato Aricó asegura que los potenciales terrenos para construir casas se obtendrían de expropiaciones de tierras con propietarios, facultad que sólo tiene la provincia y que es muy compleja, crear la ilusión de la gente sometiendo a sorteos y largas filas para anotarse en listados que nadie sabe a donde van es una de las practicas más clientelistas y repudiables de la política Argentina.
Pero Aricó no fue el único que ayer ejecutó la orden de su jefe político Omar Perotti de prometer viviendas… También lo hizo el candidato a gobernador por el mismo espacio, Marcelo Lewandowski. El actual diputado pasó por Rafaela y prometió que su gestión al frente del gobierno provincial (en caso de ganar, claro) “será la que más viviendas construya en los últimos cuarenta años”. Sin ponerse colorado aseguró también que tienen “un registro con más de 100 mil anotados esperando su techo” y “el compromiso asumido con cada uno de ellos”. Y remató de manera casi consagratoria, entregando en ese mismo acto 39 casas… Sí, le faltan 99.961 viviendas para los próximos cuatro años más las mil que prometió Aricó en San Lorenzo. Con la ilusión y la necesidad no se juega, muchachos. Yo tampoco elijo creer.