Un dirigente político de mucha experiencia en el territorio en la zona del Cordón Industrial aseguraba en cada mesa política luego de las elecciones del 10 de septiembre una frase tremenda y que da marco de lo que viene “el narcotráfico nos ganó los barrios, hoy los punteros son de ellos, está es la última elección que vamos a poder hacer campaña con la fuerza del estado en los barrios”.
Esta nueva y aterradora realidad tiene su capitulo más brutal en la balacera contra la puerta de la Municipalidad de Fray Luis Beltrán en la mañana de hoy luego de que el intendente denunciará las direcciones de bunkers que operan en su territorio. El descontrol policial y la inacción judicial permitió el crecimiento exponencial del narcomenudeo y por consiguiente su poder económico.
La realidad que empieza a vivir Argentina ya fue experimentada por países como Colombia, Venezuela, Bolivia y México entre otros. El combate contra el narcotráfico es una guerra desigual que en todos los países antes nombrados, en todos el estado siempre perdió. Como ejemplo sobra un botón, en estos días el presidente de Colombia vive sus horas más tensas al descubrirse vínculos financieros para su campaña gestionados por el hijo de Petro con bandas narcos o la penetración de la bandas narcos en el gobiernos de Nicolás Maduro en Venezuela.
Los intendentes de todo el Cordón Industrial deberían comenzar a trabajar de forma coordinada para poder intentar revertir este dramático presente que se puede convertir en una tragedia colectiva imparable. Esta coordinación tiene que tener una pata en la justicia que se ponga al frente de las investigaciones y pueda hacer retroceder el poder narco con investigaciones integrales que puedan cortar las rutas del dinero.
El camino a un narcoestado es inexorable sin cambios profundos