Amor cortito

«Fue por los cuernos»: Se separaron Gianina Maradona y Daniel Osvaldo

Lo informaron desde la cuenta de Instagram Chusmeteando, que no detalló quien le fue infiel a quien


Cualquier similitud con la realidad, ¿es pura coincidencia? Quién sabe: justo que Jimena Barón sacó su tema «Ya no te extraño» y reconoció que en realidad no se podía sacar de la cabeza a Daniel Osvaldo, que su relación con el ex futbolista es un poco tóxica y que se hace la que está bien pero cuando lo ve siente muchas cosas, un sitio especializado informó que él se separó de Gianinna Maradona. ¿Qué bárbaro, no?

Para colmo, según la cuenta de instagram Chusmeteando, una de las mejor informadas para este tipo de cuestiones de pareja, el ahora cantante y la hija del Diego rompieron su relación «por los cuernos», aunque no aclara quién se los habría metido a quién. Por la foto que posteó Osvaldo (Angus Young, un histórico y mítico gitarrista de la banda Ac/Dc, haciendo «los cuernos» sobre su frente) daría la sensación de que los sufrió él, pero con ellos nunca se sabe.

Osvaldo es un ex futbolista devenido en músico que evidentemente hace roncha y deja huella entre las mujeres. Se fue a Europa con su noviecita de toda la vida. Hizo carrera en Italia (incluso, jugó para el seleccionado de ese país) y se fue atrás de una conocida modelo y presentadora de televisión de aquella, a la que tiempo después dejó seducido por los encantos y la avasallante personalidad de Jimena Barón.

Con ella anduvo por el mundo, tuvieron un hijo, lo pasaron bien y parecían inoxidables, pero su llegada a la Boca lo puso en el centro de la escena futbolera y mediática. A medida que bajaban sus rendimientos en la cancha crecían sus escándalos afuera de los campos de juego. Los rumores de infidelidad lo empezaron a acompañar, y aunque ella lo defendió y volvieron a intentar en el exterior, se terminaron separando en medio de un escándalo.

No habían terminado de romper cuando a él le apareció otra novia: Militta Bora, quien con aquella explosión se hizo famosa y llegó a los programas de televisión y a las tapas de las revistas. El romance fue tan explosivo como fugaz. Como los fuegos artificiales, en un momento hizo un batifondo infernal e iluminó sus cielos, pero al poco tiempo ya no emitía sonido y estaba completamente apagado. Era, otra vez, el tiempo de Jimena. Pero las idas y vueltas, que incluyeron una rentree en la cuarentena, terminaron con esta confesión de Barón.

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