Juan Carlos Fábrega, mendocino, es el único funcionario de carrera del Banco Nación que al llegar a la cima logró trasponer el tope al ser nombrado presidente de la entidad, desde febrero del 2010 hasta noviembre del 2013. Se desempeñó durante, casi, 45 años ininterrumpidos.
Entonces lo proclamaron presidente del Banco Central de la República. Fue compañero de colegio de Néstor Kirchner, para mayor nitidez. El capricho o la discordia con Cristina Fernández sobrevino tras una conferencia de prensa, donde ella lo destrató; esa noche presentó la renuncia.
De un tiempo a esta parte había noticias de que en el Nación algunas cosas no andaban bien. Lo más mediático fue que una numeróloga se benefició con un contrato del Estado por asesorar a María del Carmen Barros, gerente general del banco a la que le pagó con el dinero de la entidad que le tocaba administrar, entre otras innumerables y gravísimas irregularidades.
Quien vuelve a atravesar esa retahíla de sucesos y, que abrió un frente con FECOVITA es Gastón Álvarez, quien como subgerente general principal de Negocios está denunciado, junto al directorio de Batakis, penalmente por abuso de autoridad de parte de la entidad federada.
Este hombre es el mismo que ha llamado la atención nuevamente al figurar en la denuncia que hizo FECOVITA al solicitar un préstamo para la próxima vendimia. En la trama interna del Nación hay severas inconsistencias de control interno operativo bajo la configuración administrativa a cargo de Álvarez: una situación no observada en ningún informe de la auditoría interna o de la SIGEN. La mañana de cada uno de estos días, Javier Peralta lo acompaña a la sede de La Bancaria, previo a ingresar al banco.
Actualmente, como es el caso de FECOVITA, con situación normal según el BCRA, Álvarez dispuso la negativa a un préstamo. Se basó en la denuncia de la eslovaca Iberte en su conflicto con la federada, bajo celeridad llamativa de conocimiento, y que la justicia rechazó de plano por no existir acreencias pendientes.
La cooperativa vitivinícola anualmente recibe un préstamo del Nación para cosecha y acarreo en favor de productores de baja escala. Ahora, el banco alega que no puede “porque ha empeorado la calificación crediticia” según explicó en un comunicado de prensa. En realidad, mantiene su estándar intachable según corrobora la información oficial del BCRA con los once bancos que opera, incluyendo el Nación. Es la palabra de la autoridad monetaria la que rige en estos casos.
La exposición máxima otorgada para el período 2021/2022 fue de $ 2.600.000.000.- y para el ejercicio 2022/2023 consistió en $ 4.200.000.000.-, por si hay dudas de su volumen financiero.
En mérito a ello vale mencionar que la federada fracciona 16 millones de litros por mes, es decir 500.000 litros de vino por día. En términos económicos, ha facturado en junio del 2023, $ 7.500.000.000.-, es decir, $ 250.000.000.- por día.
Todos los años asisten financieramente a 5.000 productores de baja escala en la cosecha, son 5 Ha por unidad. Requieren dinero que le piden a la Cooperativa, y ésta lo gestiona en FECOVITA que, a su vez se lo liquida al productor, sin exigir garantía alguna. Mensualmente descuentan a la Cooperativa, que en consecuencia procede con cada solicitante. Obviamente, los bancos lo saben.
El origen de la controversia se debe a que, a principios del año 2021 FECOVITA e Iberte, empresa eslovaca, conformaron una sociedad llamada Exportadora Vitivinícola S.A. (EVISA), para exportar vino y mosto a Europa del Este, aprovechando su supuesta agenda por esos mercados, apalancado en el abastecimiento local.
Ambos suscribieron contratos de consignación para exportación de mercaderías bajo el régimen de consignación de parte de la cooperativa. Con posterioridad, Iberte incumplió con informar a FECOVITA sobre el cobro de divisas de las exportaciones en consignación. Se trata de u$s 20.000.000.- de los que solamente pagaron u$s 7.700.000.- todo, bajo la gestión de Juan José Retamero y Guillermo García en favor de la eslovaca, según la denuncia penal.
Por esta razón, la federación de cooperativas le inició demanda de cobro internacional, sumado a una querella penal por Administración fraudulenta a Retamero y García, con posibilidad de extenderla a sus asesores. Además, inició otra por extorsión que tramita en la justicia de Mendoza.
García presentó una denuncia por balance falso a FECOVITA y otra por desbaratamiento de derechos a la mesa ejecutiva de la cooperativa, la última fue desestimada por la Justicia en noviembre pasado.
En el transcurso de la sociedad, existieron desencuentros en los objetivos originales. En vez de ampliar los mercados, Iberte ofreció productos a la cartera de clientes de la cooperativa. En consecuencia, en mayo 2022 se impulsó una salida consensuada al acuerdo comercial. Sobrevinieron reproches y, con las desavenencias, FECOVITA inició reclamos por la vía judicial a los cobros pendientes: de u$s 20 M sólo cobró u$s 7,7 M. Como respuesta, la ex socia pidió la quiebra que fue rechazada de plano por la justicia civil y comercial al no existir deudas.
En su dictamen, la juez destacó que no había a favor de Iberté deuda exigible contra FECOVITA y que esta última no estaba en situación de cesación de pago, remarcando que todas las medidas cautelares solicitadas por la demanda eran claramente inquisitivas. El 27 de septiembre pasado se le comunicó al Nación la novedad.
En la denuncia penal, cuya investigación recayó en manos del Fiscal Carlos Stornelli se da cuenta que, para el caso del Banco Nación, el balance fue analizado por el auditor de Cooperativas, Claudio De Angelis quien opinó favorablemente sobre el mismo. Por ello FECOVITA, pidió un incremento del monto llegando a $ 6.300.000.000.- a Julio del 2023.
Como réplica salida de la nada, el Nación o lo que es igual Gastón Álvarez, con su gestión cuestionada penalmente, pidió explicaciones sobre el pedido de quiebra solicitado por la ex socia, Iberte. La intempestiva aparición en coincidencia con el pleito comercial llamó poderosamente la atención de los cooperativistas: el lobby dentro del Nación era un claro perjuicio intencional.
A nadie sorprende la arbitrariedad de Álvarez, quien se hizo eco de una nota periodística que se la envió por WhatsApp a Jorge Zingale, el contador cooperativista, en referencia a internas del banco, mostrando una inclinación en tono y temperatura que afectaban los intereses de FECOVITA.
Recientemente EVISA ha publicado una solicitada en el diario Los Andes, aludiendo a un supuesto balance falso y adjuntó en el soporte digital un escrito que, por curiosidad, no tiene fecha ni inscripción de tramitación ante la Justicia, además de invitar a una negociación. Mientras, FECOVITA se expresa en los tribunales.
Siguiendo el hilo de Guillermo García, que se presenta como titular contra la federada, quien escribe encuentra que el Boletín Oficial de la provincia de Mendoza publica el 12 de abril de 2022 la constitución de una sociedad con el nombre de INVER S.A. e Iberte que lo tiene como presidente, secundado por Juan José Retamero.
Mayúscula es la sorpresa de encontrar a Juan Carlos Fábrega, como director suplente tras su extensa carrera con todos los caminos al Nación allanados para su lobby; una doble vía. A su vez, Gabriel Bertranou es el síndico, también letrado del Instituto Nacional de Vitivinicultura, en abierta incompatibilidad de funciones. Ambos son parte en la embestida hacia FECOVITA.
Por Bernardo Basombrío, especial para SL24 Periodista, escritor y editor