La fiscal Melisa Serena ocupa un cargo en la Fiscalía de San Lorenzo. A principios d emes fue imputada en un legajo que se abrió como un desprendimiento investigativo en la megacausa por juego clandestino que tiene bajo la lupa el accionar del empresario rosarino Leonardo Peiti y que implicó la destitución y encarcelamiento del ex fiscal regional Patricio Serjal y el adjunto Gustavo Ponce Asahad.
A esta funcionaria la acusaron por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y omisión de persecución penal”, en un desprendimiento de la causa principal, por lo tanto no es una imputación por participar en la asociación ilícita supuestamente creada para explotar casas de juego ilegal.
Tras el silencio que mantuvo casi a rajatabla desde entonces, ahora brindó declaraciones al diario La Capital. “La imputación no configura un delito. Me cansé de leer y escuchar datos que no son ciertos o están manipulados, nunca estuve imputada de asociación ilícita ni favorecer el juego clandestino, solo hubo un audio con Nelson Ugolini (funcionario judicial imputado en la causa del juego ilegal) en los que no toco ese tema”, sostuvo.
La causa es investigada por los fiscales Luis Schiappa Piettra y Matías Edery, responsables de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, quienes tras poner sus ojos en la red de juego clandestino que supuestamente conducía Leonardo Peiti, obtuvieron de éste declaraciones que les permitieron llegar a la detención de Serjal y Ponce Asahad por cobrar alrededor de 5 mil dólares mensuales de coimas para proteger el accionar de la asociación ilícita, avisarle de las investigaciones en su contra e impedir el avance de las causas contra él, hechos de los que también participaba el empleado judicial Nelson Ugolini y algunos policías en actividad y retirados.
En ese sentido, Serena fue investigada por una serie de diálogos que mantuvo con Ugolini en los cuales se hace referencia indirectamente al juego ilegal y los puertos secos que habría en el departamento San Lorenzo, donde la funcionaria cumple sus funciones. Esas conversaciones ocurrieron el 6 de febrero de 2020 cuando la fiscal sanlorencina mantuvo una conversación a través de mensajes de WhatsApp y Telegram con Ugolini. “En esa conversación sólo se menciona el tema como generalidad, nada más”, afirmó.
“Yo prácticamente no hablo en esa conversación. Mis acotaciones son una apreciación personal y frases como «Si, mirá vos»; «Ajá»; «¿Te parece?», «¿Ah, sí?» y cosas por el estilo. Si hay delito quiero que se investigue, pero yo nunca tuve entre mis casos hechos de juego clandestino ni de puertos secos. La imputación es lo más lejano a la realidad. Es más, ni siquiera se pudo comprobar la omisión de persecución penal a esos delitos y los audios que se escucharon en la audiencia fueron manipulados”, aseguró.
También admite que “el juego y los puertos secos son dos temas de los que se habla en San Lorenzo”, y acota en el fin de la conversación: “Jamás se investigaron y ni siquiera hay denuncias”.
“Si me estaban investigando podrían haberme llamado y preguntarme por ese famoso audio con Ugolini y se los hubiera explicado. Yo sigo trabajando normalmente, pero ante la cantidad de calumnias que se generaron a partir de esto y la sospecha que cae sobre mí sin tener nada que ver con ésto, es muy doloroso llegar a tu oficina y pedir sanciones judiciales sin sentirte de alguna forma interpelada”, indicó..
Su abogado “pidió que se archive la causa en mi contra y si eso no es aceptado por los fiscales se recurrirá a un juez. Yo no tengo nada que ocultar”, concluyó.
Fuente: La Capital