Tras la audiencia imputativa que se realizó ayer se conocieron algunos detalles sobre el atroz crimen del gendarme Gustavo Arrieta, quien llegó a Roldán a visitar a su familia y halló la muerte.
Su cuerpo fue hallado el pasado viernes en un descampado. La jueza Valeria Pedrana decidió otorgarle prisión preventiva por el plazo de ley (dos años) a la ex esposa y a dos amigos de la famili.
Pedrana aceptó la imputación de los fiscales para los tres mayores involucrados en el crimen y tipificado hasta ahora como homicidio doloso triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y por el concurso premeditado de cuatro personas en concurso ideal en calidad de coautores y consumado.
Según expusieron los fiscales, la víctima recibió una inyección con keratina para dormirlo y luego le pagaron cuatro mazazos en la cabeza, los que resultaron letales y le provocaron la muerte.
Consumado el crimen, envolvieron la cabeza con papel film, ataron el cuerpo de pies y manos, lo enrollaron con una frazada y lo arrojaron a un aljibe de zona rural, donde fue encontrado.
“Pudimos acreditar que ellos habían planificado desde junio este homicidio y se reunieron en varias oportunidades. La esposa es la ideóloga y el crimen lo llevaron a cabo el primer día que él llegó a Roldán”, aportaron los fiscales tras la audiencia en diálogo con la prensa.
El motivo del homicidio sería la decisión que el gendarme había tomado a principio de año cuando se fue a vivir a Buenos Aires y formó allí una nueva pareja con otra mujer.
En cuanto al hijo de 17 años, también implicado en el crimen, quedó a manos del Juzgado de Menores.