El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), Gustavo Idígoras, cuestionó con dureza el paro sorpresivo convocado por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso. Lo calificó como “absolutamente injustificado”. Al remarcar que existe un acuerdo salarial vigente y paz social garantizada hasta junio de 2026.
Idígoras recordó que recientemente se había dictado una conciliación obligatoria. Además, el sector estuvo “al borde de un paro nacional aceitero” en el marco de la negociación paritaria. Sin embargo, ese mismo día, a la una de la mañana, se alcanzó un acuerdo que cubre todo el año 2025 y el primer semestre de 2026. “Ese acuerdo está firmado por el secretario general de la Federación Aceitera y garantiza la paz social hasta junio de 2026. No hay un solo reclamo gremial registrado en ninguna parte del país”, subrayó.
En ese contexto, el titular de CIARA señaló que el sector empresario entendía que podía haber una movilización convocada por la CGT. Aunque remarcó la contradicción de la Federación Aceitera. “Ellos son cuestionadores históricos de la CGT. Dicen no sentirse representados, y sin embargo ahora aparecen como aliados y se suman a la movilización. Pero no solo se movilizan: además decretan un paro sin justificación alguna”, afirmó.
Según Idígoras, la medida no tiene ningún vínculo con la industria aceitera ni con reclamos laborales. En cambio, responde a un rechazo ideológico a un proyecto de ley. “Se trata de un paro nacional por un proyecto de Ley de Modernización Laboral. Las leyes se discuten en el Congreso. Allí es donde hay que ir a expresarse, no paralizando la actividad productiva”, sostuvo.
El dirigente empresario fue más allá y aseguró que detrás de la medida hay “una reivindicación ideológica y una aspiración política” de la conducción de la Federación. “Es el único gremio que no solo se moviliza, sino que para en todo el país. Esto muestra una actitud más agresiva que el resto. Esto demuestra que el objetivo de esos dirigentes es disputar la conducción de la CGT”, afirmó.
En contraposición, destacó que el gremio SOEA no adhirió a la medida, pese a estar en condiciones de hacerlo. “Decretar un paro para arrastrar a miles de trabajadores que probablemente no tengan ningún interés en esta protesta, solo para demostrar poder y pelear una silla en la CGT, no tiene justificación”, expresó.
Idígoras también llamó la atención sobre un aspecto poco mencionado del proyecto de modernización laboral. “La ley tiene un segundo capítulo vinculado a las inversiones. Quizás el sindicalismo no lo ha leído. A partir del artículo 135 se establecen beneficios impositivos para quienes inviertan en la agroindustria y generen empleo. Es, en gran parte, la antigua ley de inversión agroindustrial impulsada por el Consejo Agroindustrial”, explicó.
Finalmente, el presidente de CIARA adelantó que el sector empresario adoptará medidas amparadas por la ley frente a la huelga. “Habrá descuento absoluto del día a los trabajadores que no hayan concurrido a sus puestos. También, pérdida del presentismo y de cualquier otro beneficio asociado. Ante cualquier acción sobre las fábricas se hará una denuncia penal automática, y cada empresa está evaluando además solicitar la declaración de ilegalidad del paro ante la Secretaría de Trabajo”, concluyó.







