La coronita de flores blancas, el cabello suelto y con ondas y el infaltable vestido blanco: el mismo que usaron mamá Valeria Mazza, tía Carolina y prima Catalina para sus primeras comuniones. Taína desborda de felicidad.
«Hace casi dos años que se viene preparando para este gran día», resume Valeria. «Nosotros somos muy católicos. Cada vez que íbamos a misa, ella era la única de la familia que se quedaba sin tomar la comunión. Estaba muy ansiosa».
Finalmente, cuando el reloj marcó las 16 del sábado 28, la menor de los Gravier-Mazza ingresó a la Parroquia Nuestra Señora de la Paz, en Olivos, junto a sus compañeros de catequesis, para recibir por primera vez la eucaristía.
Además de sus padres y sus hermanos (Balthazar, Tiziano y Benicio), la acompañaron sus padrinos: Sebastián «Papo» Roca y Dolores «Lulú» Cahen D’Anvers. «Son grandes amigos y adoran a Tai. Siempre que pueden la llevan a pasear y a comer afuera: la re malcrían», cuenta la máxima top model a GENTE.
Tras la ceremonia, Alejandro y Valeria agasajaron a Taína con un festejo en su casa de Acassuso, que se extendió hasta la medianoche. «Fue súper íntimo. Estaban la familia de Ale y la mía, que viajó desde Rosario para presenciar este momento tan importante», dice la blonda. Hubo torta y regalos; entre ellos, varias cadenitas y crucifijos. Sin embargo, el broche de oro fueron las palabras que la menor de los Gravier pronunció durante el brindis. «Gracias a todos los que me acompañaron en este día tan importante. Estoy muy feliz», dijo ante sus padres, que no pudieron ocultar la emoción. Sin dudas, un momento que atesorarán para siempre en sus corazones.
Por Flor Illbele. Fotos: Album familiar
Comentarios